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Antioxidantes: qué son y qué papel juegan en la nutrición


Antioxidantes: qué son y qué papel juegan en la nutrición

Los animales también sufren de este envejecimiento celular, que no consiste en la aparición de canas en el pelo del animal, sino que comporta una serie de cambios en el organismo de la mascota (destrucción o lesiones celulares, inhibiciones enzimáticas...) que merman sus defensas inmunológicas, algunas de sus funciones fisiológicas y aumenta la frecuencia de enfermedades.

El tratamiento antienvejecimiento en animales debe estar orientado hacia el enlentecimiento de los procesos biológicos típicos de la edad y a la supresión de las enfermedades geriátricas. Es por ello que en nutrición animal aparece el término “antioxidante”.

Los antioxidantes que se utilizan habitualmente son las vitaminas C y E, los carotenoides, el selenio, el zinc, el cobre y los más actuales: Bioflavonoides.

La función de los antioxidantes es prevenir la formación de los radicales libres o atraparlos, evitando así sus perjudiciales efectos. Los radicales libres se producen mediante un pequeño porcentaje del oxígeno que inhalamos y uno de los principales efectos de estos sobre el organismo es una alteración en los lípidos (grasas), que daña la membrana celular, pudiendo provocar la muerte de dicha célula o alteraciones desencadenantes del cáncer.


Los flavonoides, por su lado, son un grupo de sustancias naturales, de origen vegetal y presentes en un gran número de alimentos como frutas y verduras. Las propiedades biológicas, farmacológicas y médicas de los bioflavonoides son muchas.
El efecto antioxidante de los flavonoides radica en su acción captadora de radicales libres y en su habilidad para inhibir metales, evitando así los efectos de estos sobre las células: inhibición de enzimas, lesiones celulares, acciones cancerígenas, etc. Pero además de esta importantísima función antioxidante, estas sustancias poseen otras funciones igualmente importantes para evitar o ralentizar el envejecimiento celular y mejorar la salud del animal.

Entre ellas destacan la mejora inmunitaria que proporcionan y la mejor capacidad del animal para hacer frente a patologías; la inhibición de la histamina, una sustancia responsable del picor e hinchazón durante una reacción alérgica; el efecto antiinflamatorio sobre la artritis o artrosis; los efectos anticancerígenos debido a que mejoran las defensas naturales del organismo o a su función antioxidante; la efectividad en la prevención y tratamiento de ciertas enfermedades hepáticas, así como en arritmias cardíacas u otras patologías del sistema cardiovascular y la prevención de las cataratas de origen diabético.