Un par de ojazos verdes y un reluciente manto perlado le bastaron a David para enamorarse perdidamente de los gatos azules rusos, una de las razas de gatos más antiguas del mundo. Después del flechazo inicial, David intentó convencer a sus padres para que adoptaran un gato de esta raza. Así llegó a su casa Saphira y más tarde el pequeño Kareem. “No solo tienen unos ojos preciosos y un pelaje gris perfecto, también son extremadamente cariñosos y tienen un maullido encantador”, cuenta David, a quien Saphira despierta todas las mañanas con un maullido suave y melodioso.
Al poco tiempo de convivir con ellos, David también descubrió otras virtudes ocultas de sus gatos. “A veces pienso que son la reencarnación de Einstein”, comenta, “es que son muy listos. Por eso les he empezado a enseñar trucos. Ya saben dar la patita, hacen la croqueta y saltan a través de un aro. Cada vez que un truco les sale bien, les doy un premio, generalmente un alimento a base de malta que les permite tener el pelo reluciente”.
A veces pienso que son la reencarnación de Einstein
David pasa bastante tiempo en casa por sus estudios, por lo que tiene la oportunidad de compartir muchos momentos con sus adorados gatos. “Como Kareem es el más pequeño, tiene unas ganas locas de jugar. Si no lo hago, me trae sus juguetes. Aunque sean pequeños o grandes, los arrastra con la boca y me los deja a un metro de mí”, relata.
Antes del almuerzo, es hora del cepillado. David utiliza un cepillo especial con puntas de silicona, de manera que el momento de peluquería se convierte en una verdadera sesión de masajes. “A los dos les encanta que los cepillen y se relajan mucho. Después de comer, la gata comienza a maullar porque quiere la siesta”, explica. Lo cierto es que Saphira y Kareem son realmente los niños mimados de la casa; para comprobarlo basta con ir a la sala de estar donde los gatos tienen sus pufs mullidos con mantas de lana para que no pasen frío.
Si los educas puedes disfrutar cada momento junto a ellos
A David también le gusta simplemente observar a sus gatos: “Saphira es muy reservada, se lo piensa todo antes de hacerlo. En cambio Kareem es como un guerrero y no le tiene miedo a nada. Es como el Indiana Jones de los azules rusos“, comenta riendo. “Es muy gracioso ver cómo a veces Kareem asusta a Saphira y a ella se le eriza la cola. Son el día y la noche, pero se llevan muy bien”.
La pasión por estos gatos llevó a David a interesarse por la educación felina. Por eso aunque algunas veces sus gatos hacen travesuras, como esconder juguetes debajo de la nevera o llevar objetos de una habitación a otra, gracias a los consejos de un especialista sus bellos gatos azules se comportan de maravilla. “Mucha gente dice que los gatos no son fiables, que nunca están por ti, que no los puedes educar. Eso son estereotipos. Los gatos dan tanta compañía como un perro, si los educas se comportan de una forma excepcional y puedes disfrutar cada momento junto a ellos”, afirma mientras acaricia a sus dos bellos compañeros de juventud.
