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Los perros con expresión culpable y el mal comportamiento


Los perros con expresión culpable y el mal comportamiento

En el estudio del comportamiento, se debería siempre aplicar la que se conoce como “ley de la parsimonia”. Así que, si hay dos o más explicaciones de un mismo acontecimiento, siempre se debería escoger la más sencilla. En este caso, pensar que el perro se esconde porqué se siente culpable quiere decir reconocer que los perros poseen emociones complejas (como la culpa, los celos, y el orgullo) y un código moral que les permite discriminar entre bien y mal. Sin embargo, la reacción del perro puede tener una explicación mucho más sencilla.

Cuando un perro se siente amenazado, puede mostrar una serie de comportamientos de miedo y sumisión. En esta situación, el enfado del propietario al descubrir la orina en el suelo se puede intuir a través del ceño fruncido, los músculos tensos, un tono de voz grave, etc. Son todos claros signos de amenaza propios de la especie humana a los que el perro puede responder con signos de sumisión o miedo propios de la especie canina.

Miedo y culpa no son lo mismo. El miedo es una emoción básica, común a todos los animales, que aparece cuando se percibe un peligro, mientras que la culpa es una emoción compleja que aparece cuando el individuo realiza una transgresión de las normas. Una reciente investigación ha confirmado que la expresión del perro que los propietarios identifican como “admisión de culpa” no es más que una respuesta instintiva o aprendida al comportamiento amenazante del propietario y no tiene relación con el respeto de las normas impuestas.

Volviendo al escenario descrito al principio, muchos propietarios cuentan de como el perro se esconda antes de que ellos detecten la orina, es decir antes de que ellos se enfaden. En este caso, el perro no está respondiendo directamente a los signos de enfado del propietario, sino que los está anticipando. En el pasado de este perro es probable que haya episodios de amenazas y castigos recibidos en situaciones parecidas. De esta manera, cuando el perro reconoce la situación (“el propietario vuelve a casa” y “hay orina en el suelo”), ya prevé que está a punto de ocurrir algo desagradable, se asusta y se esconde. De hecho, en casas donde viven más de un perro, si todos los perros han sido castigados por la presencia de un charco de orina, no solo el perro “culpable” sino que todos pueden mostrar signos de miedo en la previsión del castigo.

Hasta el momento no se ha demostrado que los perros tengan sentimiento de culpa. Para algunos propietarios, la “admisión de culpa” del perro legitima la utilización del castigo porqué implica que el animal ha desobedecido voluntariamente a las normas, con lo cual para el perro puede ser muy importante que el propietario entienda la diferencia entre miedo y culpa y sepa que detrás de la “expresión de culpabilidad” hay un animal asustado que responde a una amenaza social.