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Tanto si tu perro vive en un piso como si dispone de un jardín, es imprescindible que salga a la calle a pasear varias veces al día. Esta premisa es válida para todas las razas y tipos de perros, independientemente de su tamaño.
Debe quedar claro que no hay “perros de piso” que no requieran salir a pasear. Todos sin excepción necesitan el ejercicio físico y mental que proporcionan los paseos.
Y es que pasear a tu perro no es solo una cuestión relacionada con su necesidad de orinar o defecar.
El paseo es mucho más: es la oportunidad diaria que le das a tu perro de relacionarse con el mundo exterior, de despertar su olfato, de ejercitar su mente al entrar en contacto con todo tipo de estímulos, de relacionarse con otros congéneres de su especie y, por supuesto, de mantenerse en forma haciendo ejercicio físico.
Pasear con tu perro le proporciona:
Ahora bien, no todos los perros disfrutan igual de los paseos. En ocasiones, problemas de comportamiento relacionados con el miedo o la agresividad hacia otros perros o personas menoscaban la calidad de los paseos. En esos casos, es necesario abordar el origen del problema de la mano de un profesional de la etología canina.
Lo que cuenta no es tanto el número de paseos diarios, o su duración, sino la calidad de los mismos.
Un paseo de calidad es aquel durante el cual el perro disfruta, se relaja y ejercita tanto su físico como su psique.
Toma nota de las siguientes recomendaciones:
El paseo con un perro debería ser siempre un momento de disfrute, pero a veces la cosa se complica y, por circunstancias diversas, se convierte en un tira y afloja en el que nadie termina pasándolo demasiado bien.
Para solucionarlo, es primordial identificar la causa concreta que le impide al perro pasear tranquilo y aplicar una solución a medida.
Si tu perro tira de la correa durante los paseos, tal vez sea por una de las siguientes causas:
Una vez hayas identificado la causa por la cual pasear con tu perro se convierte en una lucha de fuerza, puedes aplicar alguna de las siguientes soluciones:
Como ocurre con las personas, hay perros más nerviosos y otros más tranquilos. Además, la edad también es un factor que influye sobre el temperamento.
Si tu perro es joven, o inquieto por naturaleza, nuestro consejo es que inicies cuanto antes un plan de ejercicios para ayudarle a mejorar su autocontrol. Eso le beneficiará durante los paseos y también en otras situaciones de la vida cotidiana.
Algunos ejercicios sencillos orientados a este fin son:
Una estrategia que no suele fallar a la hora de explicarle a tu perro que no debe tirar es pararte cada vez que haya tensión en la correa y pedirle que vuelva a tu lado. Una vez se coloque a tu vera, reinicia de nuevo la marcha.
Para que este ejercicio funcione, debes ser muy constante y no ceder.
Paralelamente a la realización de los ejercicios anteriores, a la hora de pasear a tu perro puedes utilizar los llamados arneses antitirones. Este tipo de arneses no son dañinos para el perro y suelen ser bastante eficaces.
Evita los collares de pinchos o de ahorque porque son nocivos para la salud de tu perro y, además, están prohibidos por ley en muchas comunidades.
Y recuerda llevar algunos premios contigo para recompensar a tu perro siempre que pasee tranquilo. Una felicitación o una caricia son, igualmente, fabulosas recompensas que siempre tendrás a tu disposición.
Cuidados básicos
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