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Imagen por tomografía computerizada de perros con obstrucción primaria de vías respiratorias laríngea y traqueal
Stadler K, Hartman S, Matheson J, O'Brien R. Vet Radiol Ultrasound 2011; Vol. 52, Issue 4: 377–384.
Stadler K, Hartman S, Matheson J, O'Brien R.
Vet Radiol Ultrasound 2011; Vol. 52, Issue 4: 377–384.
Los autores de este artículo describen cómo la realización de una tomografía computerizada (TAC) puede ayudar y concretar el diagnóstico de los procesos respiratorios obstructivos no-neoplásicos de la laringe, la tráquea y los grandes bronquios. En la técnica de imagen, la gran mayoría de perros no estaban anestesiados ni sedados (15 de 17) y solamente se utilizó un dispositivo de posicionamiento. Con las imágenes obtenidas se hizo una representación interna en 3D de la zona obstruida. Verificaron estos hallazgos con otras pruebas como examen visual de la laringe, endoscopia, fluoroscopia o la necropsia. Entre las alteraciones que se detectaron estaba la parálisis laríngea (incluyendo el fallo de abducción de los cartílagos aritenoides, estrechamiento de la glotis y ventrículos laríngeos llenos de aire), el colapso de larínge (con sáculos laríngeos evertidos, colapso del proceso cuneiforme y del proceso corniculado y estrechez de la glotis) o anomalías en la tráquea como hipoplasia, estenosis o colapso. En relación a los grandes bronquios, las alteraciones consistían en un colapso de bronquio lobar con un estrechamiento asimétrico del diámetro de la luz del bronquio.
Vet Radiol Ultrasound 2011; Vol. 52, Issue 4: 377–384.
Los autores de este artículo describen cómo la realización de una tomografía computerizada (TAC) puede ayudar y concretar el diagnóstico de los procesos respiratorios obstructivos no-neoplásicos de la laringe, la tráquea y los grandes bronquios. En la técnica de imagen, la gran mayoría de perros no estaban anestesiados ni sedados (15 de 17) y solamente se utilizó un dispositivo de posicionamiento. Con las imágenes obtenidas se hizo una representación interna en 3D de la zona obstruida. Verificaron estos hallazgos con otras pruebas como examen visual de la laringe, endoscopia, fluoroscopia o la necropsia. Entre las alteraciones que se detectaron estaba la parálisis laríngea (incluyendo el fallo de abducción de los cartílagos aritenoides, estrechamiento de la glotis y ventrículos laríngeos llenos de aire), el colapso de larínge (con sáculos laríngeos evertidos, colapso del proceso cuneiforme y del proceso corniculado y estrechez de la glotis) o anomalías en la tráquea como hipoplasia, estenosis o colapso. En relación a los grandes bronquios, las alteraciones consistían en un colapso de bronquio lobar con un estrechamiento asimétrico del diámetro de la luz del bronquio.
