VT_detail.jpg VT_detail.jpg
  • Tiempo de lectura: 1 mins

    Los perros como hospedadores reservorios de la Rickettsia conorii<br />

    Levin ML, Killmaster LF, Zemtsova GE Vector Borne Zoonotic Dis 2012; 12(1):28-33.
    Levin ML, Killmaster LF, Zemtsova GE
    Vector Borne Zoonotic Dis 2012; 12(1):28-33.


    Introducción: La Rickettsia conorii es el agente causal de la fiebre botonosa mediterránea (MSF) y la fiebre botonosa de Israel (ISF), transmitida por la garrapata marrón de los perros marrón Rhipicephalus sanguineus. En las áreas donde MSF o ISF son frecuentes, los perros tienen una alta prevalencia de anticuerpos neutralizantes frente a Rickettsia conorii. Sin embargo, el verdadero papel de los perros en la persistencia del ciclo de transmisión Rickettsia conorii es desconocido, y su papel como reservorio de este agente patógeno no está probado. En este estudio se evaluó la capacidad de los perros infectados con Rickettsia conorii de transmitir el agente patógeno a garrapatas Rhipicephalus sanguineus que no estaban infectadas anteriormente. Los perros fueron infectados bien por inoculación de rickettsias cultivadas o de forma natural a través de picadura de una garrapata infectada. Los perros fueron monitorizados para detectar la aparición de signos clínicos de infección, de rickettsemia por PCR, y de seroconversión. Además se infestaron con garrapatas no infectadas a diferentes tiempos
    Resultados: Tanto las larvas como las ninfas de Rhipicephalus sanguineus adquirieron con éxito el patógeno tanto de los perros inoculados como de los perros infestados con garrapatas y lo transmitieron transtidalmente. Los perros infestados por garrapatas se mantuvieron infecciosos para las garrapatas por lo menos durante un mes después de la infección.
    Importancia clínica: Estos resultados demuestran que los perros son capaces de adquirir Rickettsia conorii de garrapatas Rhipicephalus sanguineus infectadas y que pueden  transmitir la infección a cohortes de garrapatas no infectadas. Esto confirma por primera vez que los perros son de hecho reservorios competentes para Rickettsia conorii. Además, perros con diferentes antecedentes genéticos parecen diferir en su susceptibilidad a la infección por Rickettsia conorii.