Los parásitos externos del gato

Pulgas, ácaros y garrapatas: algunos de los parásitos externos más habituales que intentarán vivir en y de tu gato. Porque eso es exactamente lo que hacen estos organismos, vivir a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él; siendo la causa de un fuerte deterioro físico.

Pulgas Ácaros Garrapatas

Las ectoparasitosis son muy frecuente, tanto en animales que viven en la ciudad como los que viven en áreas más rurales. ¿Cómo prevenirlos? Mediante la administración de productos antiparasitarios, siguiendo siempre las indicaciones de tu veterinario de confianza.

Las ectoparasitosis son muy frecuentes, tanto en animales que viven en la ciudad como los que viven en áreas más rurales.

PULGAS

El acicalamiento diario que el propio gato hace le lleva a deshacerse de las pulgas que le molestan y a que a ti te cueste más localizarlas en su piel o entre su pelaje.
El parásito con el que puedes encontrarte más a menudo en tu gato es la pulga, de la que te costará deshacerte una vez ha entrado en tu casa. Y eso sucede porque, una vez se multiplican, no sólo se alojan en el pelo de tu gato y se alimentan de la sangre que allí encuentran, sino también entre las fibras de alfombras y moquetas, bajo los muebles y electrodomésticos o en zonas de sombra si están en un jardín o un exterior.
A algunos gatos no los afecta de ningún modo. Pero otros, sufren dermatitis por alergia a la picadura de pulga e incluso pueden padecer infecciones secundarias, además de cambios en su humor, malestar, apetito caprichoso, mal aspecto del pelo, cólicos o diarreas.

ÁCAROS

Son los causantes de la sarna y no se ven a simple vista. Pero dado que penetran hasta las capas profundas de la piel, producen reacciones inflamatorias, además de picor intenso, costras húmedas y caída del pelo. Prefieren las zonas de cabeza, cuello y orejas. Si sospechas que tu gato puede tener sarna, llévalo de inmediato a tu veterinario para que lo confirme (o no) y determine el tratamiento a seguir.

GARRAPATAS

Aunque no son habituales en los gatos domésticos, podrían aparecer en los que tienen acceso al exterior. Pueden producir enfermedades infecciosas severas, que provocan síntomas como anemia y pérdidas de sangre, algo que resultaría grave si no se controla a tiempo.
Pueden alojarse en cualquier parte del cuerpo, principalmente en las orejas, en la cabeza y entre los dedos.
Si encontraras alguna en el pelo de tu gato, elimínala inmediatamente. Para eso, ponte guantes de látex, vierte alcohol o aceite sobre la garrapata para debilitarla y, cuando empiece a ceder, extráela con mucho cuidado, para que no quede ninguna parte de ella adherida a la piel de tu gato. Después, aplica a tu gato un producto adecuado para la prevención de estos parásitos.

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