Mi gato cojea: ¿por qué puede ser?

¿Has notado que tu gato no camina bien? Existen muchos motivos por los que tu gato no pueda caminar con normalidad. Es ese caso, es lógico que te preguntes “¿por qué mi gato cojea?”. En este artículo abordamos las causas más importantes por las que tu gato cojea. Una vez que notas que parece caminar de un modo diferente, es lógico que te preocupen los motivos de la cojera. Si puedes reconocer los síntomas podrás actuar a tiempo y mejorar el bienestar de tu gato.

¿Por qué mi gato cojea?

La gran mayoría de las veces que te haces esta pregunta, su respuesta tiene que ver con el dolor. Si le duele una pata, tu gato tratará de apoyarla lo menos posible, lo que provocará que cargue más peso en las otras. Este mecanismo se traduce en lo que reconocemos como cojera. ¿Cuáles son las posibles causas?

Problemas en las almohadillas

  • Problemas en las almohadillas

    • Podría ser que una de las uñas de tu gato haya crecido demasiado y se haya clavado en la almohadilla. Ocurre con más frecuencia en los gatos mayores.
    • Otra explicación podría ser un corte o herida que duele al apoyar la pata en el suelo. De ser así, podrías ver que tu gato se lame la zona con más intensidad.

  • Absceso o infección

    • Puesto que tu gato es muy territorial, podría pelearse con otros gatos para defender su territorio. Si el otro gato muerde o clava sus uñas en las patas de tu gato, es posible que provoque una herida que podría infectarse. 
    • De ser así, notarás toda la pata inflamada o una parte de ella. Puede parecer un bulto caliente que contiene pus. En este caso, conviene ir al veterinario para que lo abra y limpie de la forma adecuada. Además, le dará a tu gato la medicación adecuada.
    • A veces, tu gato podría presentar fiebre, apatía o falta de apetito.

  • Artrosis

    • Es más común en los gatos mayores. Te darás cuenta por qué se moverá y saltará menos, evitará las escaleras y, a veces, caminará con las patas rígidas.
    • Si tu gato tiene problemas al saltar hacia arriba, podría ser un síntoma de un problema en la columna o las patas traseras. Por el contrario, si le cuesta saltar hacia abajo, el problema estará en las patas delanteras.
    • Es probable que te preguntes «¿por qué mi gato cojea?» con más frecuencia después de que haya estado tumbado largo tiempo y se levante para caminar. La cojera por artrosis podría ser intermitente.

  • Calcivirus

    Este virus felino suele provocar problemas respiratorios y oculares. Sin embargo, algunas cepas también producen cojera, dolor y fiebre. Estos síntomas también podrían ocurrir después de vacunar a tu gato contra este virus (normalmente se incluye en la vacuna trivalente).

  • Problema muscular o tendinoso

    Mientras juega o salta, tu gato podría lesionarse. Una mala caída o una mala posición podría provocar una inflamación que afecte a una o varias patas y provoque una cojera en tu gato.

  • Fracturas o luxaciones

    Tu gato podría haber sufrido un accidente (una caída, un atropello…) que haya provocado la rotura de algún hueso, o que este se haya salido de su sitio. En este caso, es muy probable que tu gato no apoye la pata en el suelo y que para moverse, o bien la mantenga en alto, o bien la arrastre. Esto le provocará mucho dolor, lo que será evidente para ti por sus quejidos.

Por qué mi gato cojea pero no se queja

Otra de las preguntas que podrían asaltarte es «¿por qué mi gato cojea, pero no se queja?». Debes saber que tu gato, por naturaleza, tratará de ocultar cualquier signo de debilidad o dolor. Son muy buenos disimulando, pues no quieren mostrarse débiles ante otros gatos que puedan acercarse a sus dominios.

Sin embargo, aunque disimulen, realmente se quejará cuando el dolor es muy fuerte. Por eso, sospecha ante una cojera, aunque no se queje.

Todo dependerá del tipo de cojera que observes en tu gato:

  • Si es leve, repentina y puede apoyar la pata, probablemente se trate de una mala caída mientras jugaba y con descanso recuperará totalmente la funcionalidad de su pata.

  • De todos modos, si lo observas cojear, revisa con cuidado las almohadillas o las patas por si notas algo extraño: un objeto clavado, una zona inflamada…

  • Si tu gato presenta otros síntomas, como fiebre, o se queja, está decaído y no come. Observa la cojera, si dura más de un día lo mejor es que acudas al veterinario para que pueda valorar la situación y ofrecerle a tu gato el mejor tratamiento.

¿Qué puedo hacer si mi gato cojea?

Si tu gato cojea, es crucial buscar atención veterinaria para un diagnóstico preciso. Mientras esperas, evita manipular en exceso la pata afectada y observa cualquier hinchazón o cambio en la temperatura. Para que la espera sea lo mejor posible: 

  • Proporciónale un zona tranquila para descansar.

  • Limita su actividad. 

  • No apliques compresas sin consultar al veterinario, ya que el tratamiento varía según la causa.

Un examen profesional determinará si se trata de una lesión, esguince u otra condición. La intervención temprana garantiza una recuperación efectiva y el alivio del malestar de tu gato.

¿Qué hacer si mi gato se lastimó la pata trasera?

Si ves que tu gato se ha lastimado la pata trasera, deberás ser muy cuidadoso mientras transportas a tu gato al veterinario, lugar donde le van a diagnosticar y tratar. Evita manipular la pata dañada y proporciona un ambiente tranquilo para reducir la actividad. 

Para que tenga el menor dolor posible, controla el peso de tu gato para minimizar la presión sobre la pata que se ha lesionado. Transporta a tu gato al veterinario de manera segura en un transportín, donde le examinarán y determinarán la lesión.

¿Qué hacer si mi gato cojea de una pata delantera?

El tratamiento para un gato cuando se lastima la pata delantera es similar a lo que puedes hacer si se lastima la pata trasera. Procura llevarlo al veterinario lo antes posible, para que la lesión no vaya a más. Y mientras tanto, proporciona un ambiente tranquilo. Controla que no apoye la pata dañada, para que el peso no agrave la lesión.

Con este artículo esperamos haber podido responder a tu pregunta de “¿por qué mi gato cojea?”. Aun así, recuerda que tu veterinario es la persona indicada para ayudarte a descubrir la causa de la cojera. No dudes en ponerte en contacto con él si crees que la cojera es muy grave u observas otros síntomas. Con su ayuda, tu gato se recuperará y volverá a ser el mismo de siempre en poco tiempo.

Preguntas frecuentes sobre las causas de la cojera de mi gato.

¿Puede una picadura de insecto o una herida pequeña ser la razón detrás de la cojera de mi gato?
Sí, las heridas pequeñas, incluidas las picaduras de insectos, pueden causar cojera. Examina la pata y busca signos de inflamación.

¿Cómo puedo diferenciar entre una cojera temporal y un problema crónico en mi gato?
Si la cojera persiste más de un día o se acompaña de síntomas adicionales, es crucial acudir al veterinario para una evaluación completa.

¿Las infecciones, como las del tracto urinario, pueden causar cojera en los gatos?
Las infecciones sistémicas no son una causa típica de cojera, pero ciertos virus pueden manifestarse con este síntoma.

¿Es posible que mi gato cojee debido a problemas neurológicos?
Sí, problemas neurológicos pueden causar cojera. Un veterinario realizará pruebas específicas para un diagnóstico preciso.

¿La obesidad puede contribuir a la cojera en los gatos?
Sí, la obesidad puede aumentar la carga en las patas, contribuyendo a la cojera. Mantener un peso saludable es crucial.

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