El cachorro Teckel

De cuerpo alargado, patas cortas y carácter alegre, no se destaca precisamente por su docilidad y sumisión, motivo por el cual es fundamental que comiences cuanto antes con su educación. Tu buen vínculo con él depende de ello, en gran medida.

En líneas generales, el cachorro Teckel no puede pasar por alto su instinto de cazador y tiene un temperamento agitado que lo lleva a querer jugar en el exterior por encima de cualquier otro plan. Permítele correr y husmear a sus anchas desde cachorro por el jardín o algún espacio abierto, pero no cedas ante todos sus caprichos: enséñale desde los tres meses de vida las normas de convivencia.

MUY INDEPENDIENTE Y DECIDIDO

Cuando juega en el exterior, el cachorro Teckel se vuelve testarudo y no se frena ante nada ni nadie. Es muy decidido pese a su pequeño tamaño y es capaz de enfrentarse a perros mucho más grandes que él. Su carácter fuerte lo vuelve difícil de controlar y poco obediente.

El Teckel es un buen perro guardián y, a veces, ladra en exceso, motivo suficiente para que, si tienes la oportunidad, proporciones a tu cachorro un espacio abierto donde poder desplegarse. Ladra y mordisquea todo lo que encuentra en su camino. Además, no mide fácilmente la fuerza de sus mandíbulas, por lo que no dejes que te muerda de más. Obséquiale un juguete que sea solo para él y dáselo si se queda solo.

MEJOR NO DEJARLO SOLO

Al cachorro Teckel le gusta la compañía y no se encuentra cómodo cuando se queda solo; es más, lo aterroriza. No le agrada estar con desconocidos y siempre preferirá a los miembros de su familia. Y si lo dejas solo dentro de la vivienda, es preferible que guardes o saques de su alcance los objetos delicados ya que, al encontrarse encerrado, puede morder todo lo que vaya encontrando. Un \'¡No!\' con voz firme y contundente es la mejor manera de frenar sus instintos destructores.

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