Ariadna Ariadna Ariadna Ariadna
Vínculo Cuidar

El poder de la naturaleza

El poder de la naturaleza
Ariadna

Ariadna

Vive en una granja dedicada al turismo rural

Lupe, Lola y 8 cachorritos

Lupe, Lola y 8 cachorritos

Un verdadero bálsamo para Ariadna

Cuando la vida se tuerce en un abrir y cerrar de ojos, el remedio para aliviar el dolor puede adoptar la forma de un perro, o de diez, en el caso de Ariadna. Un día recibió esa llamada a la que todos tememos para darle la noticia de que su pareja había tenido un accidente y había fallecido.
 

Ariadna se encontró sola, en una ciudad que no le pertenecía y con sus dos perras Lupe y Lola y los 8 cachorritos de ésta a su cargo y, consciente de que necesitaba apoyo, tuvo que tomar otra decisión que trastocaría aún más su vida: “Yo vivía sola con mi pareja y de un día para otro tuve que trasladarme a casa de mi madre, con toda la familia perruna. Fue un cambio vertiginoso”.


Mis perras me ayudaron muchísimo, sobre todo los días que tenía bajón
Mis perras me ayudaron muchísimo, sobre todo los días que tenía bajón


Ariadna, que trabajaba como educadora social con su otra perra, Lupe, jamás imaginó que el cariño de los animales sería el apoyo que necesitaba para aliviar sus propias heridas. “Mis perras me ayudaron muchísimo, sobre todo el primer mes, los días que tenía bajón y no tenía ganas de ver a nadie, cogía a mis perras y las malcriaba un poco, las dejaba subir a la cama y las abrazaba”, dice con voz emocionada.
 

Ya que su madre vivía en una gran casa de campo, Ariadna sacaba a pasear a sus perras Lola y Lupe por el bosque todos los días. Lo que al principio era una necesidad para las perras, se convirtió en un verdadero bálsamo para la tristeza de Ariadna. El contacto con la naturaleza, el silencio del bosque y la compañía de sus perras la ayudaron en el momento más difícil de su vida.


Mis bichitos son mi ilusión
Mis bichitos son mi ilusión


Hoy Ariadna vive con su madre en una granja dedicada al turismo rural junto a Lola y Lupe, que acaba de ser mamá y ha dado a luz a siete cachorros, y al resto de los animales de la granja, gatos, cabras, ovejas y patos. “Yo creo que mis bichitos son lo que me hacen más llevadera la vida, son mi ilusión”, afirma. Y aunque en algún momento ha tenido la idea de volver a la ciudad, lo descarta completamente, ya que no imagina una vida sin animales y sin naturaleza.


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