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Haz que tu perro luzca unos dientes de anuncio


Haz que tu perro luzca unos dientes de anuncio

La salud bucodental es tan importante en las personas como en los animales y debe formar parte de los cuidados básicos de un perro. De lo contrario, pueden aparecer periodontitis e incluso infecciones generalizadas causadas por el paso de una bacteria al torrente sanguíneo. Con una buena higiene dental, estarás previniendo problemas como la halitosis, la artritis, las enfermedades de riñón o las infecciones bacterianas de las válvulas cardíacas.

En primer lugar, la dieta juega un papel fundamental en la salud dental del perro. En este sentido, es preferible el alimento seco. Se ha demostrado que el alimento seco, con una estructura fibrosa o con un tamaño de partícula que obligue al animal a masticar, favorece la salud bucodental del perro al evitar la acumulación del sarro y de la placa bacteriana.

Por otro lado, es muy recomendable realizar dos revisiones veterinarias dentales al año. También hay que fijarse si el animal tiene mal aliento. De hecho, hay que evitar llegar a ese punto. No es una buena señal. Si aparece la halitosis hay que revisar si tiene las encías inflamadas o sangran y si las piezas dentales se mueven.

Conviene acostumbrarle al cepillado e inspección bucal desde cachorro. De esta forma te resultará más fácil hacerlo con regularidad y, además, podrás actuar antes de que se presente el problema. La prevención siempre es la mejor medicina.

Para llevar a cabo las inspecciones bucales periódicas, en primer lugar, hay que levantarle los labios sin separar los mandíbulas y observar el estado de las piezas dentales. Después, ábrele la boca para revisar la cara interna de los dientes. Si está acostumbrado desde pequeñito no te pondrá ningún impedimento.

En cuanto al cepillado, como en el caso de los humanos, es importante hacerlo cada día, ya que la placa bacteriana tarda 48 horas en convertirse en sarro. Hay que usar siempre productos especiales para perros, tanto en el caso del dentífrico como del cepillo y de los enjuagues bucales. Repasa sus 42 piezas dentarias como si fueran las tuyas. Si no le gusta el cepillo puedes usar una gasa con la pasta dentífrica. El caso es que no se libre de su sesión diaria de limpieza dental. Al terminar, prémiale con una sesión de mimos y alaba su buen comportamiento. Nada le gusta más que saber que estás contento de que se haya portado bien.