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La alimentación durante la gestación de las gatas


La alimentación durante la gestación de las gatas.

Al contrario de lo que sucede con las perras, la gestación de las gatas se caracteriza por el incremento de peso desde el comienzo del embarazo. Durante los dos primeros tercios del período de gestación, la gata va acumulando reservas de grasa para utilizarlas al final del embarazo y durante la lactancia para alimentar a los cachorros. A partir de la sexta semana, el peso que gana la gata va a parar esencialmente al crecimiento de los cachorros.

Por este motivo, la gata debe recibir una gran cantidad de materias grasas en su alimentación para acumular energía y mejorar la tasa de supervivencia de los gatitos durante el parto. Normalmente, a lo largo de la gestación, el consumo de alimentos de la gata se incrementa de forma regular en torno a un 10% por semana, hasta llegar a comer cerca de un 70% más en relación a su dieta normal.

Tras el parto, la gata pesa todavía en torno a un 20% mas de lo que pesaba antes de la gestación. Este excedente de peso lo utilizará para cubrir las necesidades energéticas durante la lactancia. Se debe dejar a disposición de la madre alimento rico en materias grasas, así como suficiente agua limpia y fresca. El pienso para cachorros en crecimiento es una buena opción para alimentar a una gata gestante, por su aporte en calorías y calcio, entre otros.

El destete se produce entre la sexta y la séptima semana después del parto. Hasta ese momento, la gata no recuperará el peso que tenía antes de la gestación. Si percibimos un adelgazamiento excesivo, podemos continuar suministrándole alimento rico en materias grasas hasta que vuelva a su peso normal.

En momentos tan delicados como la gestación, el parto o la lactancia es indispensable que des a tu gatita todo el alimento que su cuerpo le pide para que, tanto ella como sus pequeños, estén en perfecto estado.