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¿Macho o hembra?


¿Macho o hembra?

Después de decidir si adoptar un perro de raza o un mestizo, queda todavía por decidir el sexo de la futura mascota. ¿Es mejor un macho o una hembra? La respuesta, como siempre, es: ¡depende!

Machos y hembras difieren tanto en la estructura física, como en la fisiología y en el comportamiento. Para empezar, a menudo los machos son de mayor tamaño que las hembras. Y a pesar de que esta diferencia casi no se aprecia en algunas razas, como el Westy, en otras implica una diferencia de varios kilos, como en el caso de muchos molosos.

Desde el punto de vista fisiológico, la diferencia mayor entre machos y hembras es el ciclo sexual. Las hembras que no están esterilizadas suelen ser receptivas sexualmente cada seis meses, así que en estos periodos se necesita una estrecha vigilancia para evitar camadas indeseadas. Además cuando empieza el celo, la perra puede tener pérdidas de sangre durante varios días y dos meses después del celo puede presentar síntomas de pseudogestación, es decir comportarse como si estuviera cerca del parto o acabara de parir: se muestra nerviosa, busca lugares aislados, adopta y protege objetos inanimados como si fueran cachorros, puede tener el abdomen distendido y las mamas hinchadas y puede llegar a producir leche. Sin embargo, con la esterilización desaparece el ciclo sexual y la posibilidad de tener una pseudogestación.

Con respecto al comportamiento, se aprecian diferencias relacionadas con el sexo, sobre todos en las conductas que técnicamente se llaman “sexualmente dimorficas”. Así pues es más frecuente que un macho muestre marcaje con orina, levante la pata para orinar, se escape en búsqueda de una hembra en celo, muestre monta y agresividad hacia perros de su mismo sexo u otros tipos de agresividad ofensiva. A pesar de que la esterilización puede ayudar a controlar algunos de estos comportamientos, las diferencias entre sexos se mantienen también después de la esterilización, ya que extirpar testículos u ovarios no modifica la estructura del cerebro. Cerca del nacimiento, el cerebro de cada cachorro se desarrolla en sentido masculino o femenino, así que hasta sin hormonas sexuales se suelen ver las diferencias entre perros y perras.

En la elección del sexo de la futura mascota, también hay que tener en cuenta la presencia de otro perro en la casa. Si el perro residente fuera un macho, es preferible optar por una hembra, ya que de entrada esto puede suponer un menor nivel de competitividad entre los perros. Sin embargo, tampoco hay que olvidar que cada perro tiene características individuales y su temperamento, que es el resultado de su genética y de las experiencias vividas, cuenta más que el sexo! Así que elijas el sexo que elijas, cuando adoptas a una nueva mascota no te olvides de la importancia de la educación que le vas a dar.