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Síntomas de un gato malito
Una de las enfermedades más generales son las alergias. El primer paso será identificar el agente que produce la alergia y eliminarlo del entorno del animal para que recupere su buen estado de salud. Los síntomas pueden ser de dos tipos: respiratorios (tos, estornudos, dificultades respiratorias) o cutáneos (picor intenso y persistente).
Los problemas gastrointestinales también pueden afectar a nuestra mascota, sobre todo, a los ejemplares jóvenes. Normalmente se producen si el gato ha ingerido alimentos en mal estado, aunque también se pueden producir por una infección bacteriana, un virus, la presencia de parásitos o una patología sistémica. Las señales son: diarreas, vómitos, dolor abdominal, distensión abdominal, pérdida de apetito, debilidad y desasosiego. Además, es muy probable que el gato se revuelque por la casa a intervalos si presenta dolores de tipo cólico.
Una de las patologías más frecuentes en gatos a partir de cierta edad es la insuficiencia renal. Los riñones felinos realizan una intensa tarea de filtrado ya que son animales carnívoros y la proteína animal es uno de los elementos de la dieta que más residuos tóxicos genera. Esto hace que sean los primeros órganos que empiecen a fallar con el tiempo. Podemos sospechar de este problema si nuestro gato come menos, adelgaza e incrementa mucho el volumen de agua que bebe y de orina que elimina.
Que el gato tenga su calendario de vacunas al día y su sistema inmune en óptimas condiciones puede evitar la aparición de determinadas enfermedades infecciosas, sobre todo, si tiene acceso al exterior o contacto con otros de su especie. En cambio, el gato que nunca sale a la calle difícilmente se contagiará.
Enfermedades graves como la leucemia felina –LVFe- solo se transmite por contacto directo con animales portadores del virus. Sin embargo, entre el contagio y la aparición de los síntomas clínicos puede pasar mucho tiempo, incluso años. Los síntomas son: falta de apetito, somnolencia, debilidad, anemia, aparición de tumores y enfermedades sanguíneas como la anemia y la leucemia, de ahí su nombre.
La peritonitis infecciosa felina es otra grave enfermedad infecciosa causada por un virus de la familia de los coronavirus. Suele afectar al aparato respiratorio y gastrointestinal pero acaba invadiendo todos los órganos y sistemas y no tiene tratamiento. Lamentablemente suele ser mortal, sobre todo en gatos jóvenes.
En ese breve artículo solamente han aparecido algunas de las enfermedades generales e infecciosas que pueden afectar a nuestros queridos compañeros felinos. Por eso es muy importante que, cuando notemos que su comportamiento se sale de la normalidad, acudamos a nuestro veterinario para evitar males mayores.