Cuidados básicos

Cómo saber si mi gato está gordo Cómo saber si mi gato está gordo

Gabriella Tami Doctora en Veterinaria y Máster en Etología
Publicación: 28/09/20 Última actualización: 01/12/23
Cómo saber si mi gato está gordo

Miras a tu gato y te encanta verlo feliz, pero, entonces piensas: ‘¿No se ha engordado un poco?’. Desgraciadamente el sobrepeso y la obesidad son una realidad para muchos gatos, ya que suelen tener vidas sedentarias y, en muchos casos, reciben una alimentación inadecuada a sus necesidades. Si eres de los que se lo preguntan, vamos a darte toda la información que necesitas para saber si es así. Es muy importante saberlo ya que el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades que pueden reducir su esperanza y calidad de vida. 

¿Qué son el sobrepeso y la obesidad?

Tanto el sobrepeso como la obesidad son el resultado de la acumulación de un exceso de grasa en el cuerpo. En el caso del sobrepeso el gato llega a pesar el 10% más de su peso ideal y en la obesidad supera el 20%. Hagamos un ejemplo: si un gato pesara 4,5 kg, cuando en realidad su peso ideal es 4 kg, ya tendría sobrepeso y si llegara a pesar 5 kg, habría sobrepasado la barrera de la obesidad. Para los gatos, el sobrepeso y la obesidad no son cuestión de “unos kilos demás”, los cambios de peso aparentemente pequeños pueden significar cambios marcados en su condición corporal. Y aunque en principio el cambio de peso no parece tan preocupante, el exceso de grasa conlleva muchos riesgos para la salud de tu gato. 

¿Cuáles son las causas?

Hay diversos motivos por los que tu gato puede tener sobrepeso. Las más comunes son: 

Esterilización. Los gatos esterilizados tienden a coger peso1 debido a una disminución en la producción de las hormonas sexuales que provoca la ralentización de su metabolismo basal, con el aumento de la grasa corporal y una disminución de la masa muscular2. Además, la caída de las hormonas sexuales tras la esterilización favorece el aumento del apetito y la disminución de la actividad física de tu gato.

Alimentación inadecuada. En ocasiones tendemos a alimentar a nuestro gato sin pensar que, a lo largo de su vida, sus necesidades irán cambiando. Es necesario adaptar su dieta a sus necesidades nutricionales.

Desequilibrio entre el aporte energético y las calorías quemadas. Es decir, un gato que come mucho y se mueve poco tiene todos los números para desarrollar sobrepeso. Por esta razón, los que hacen poca actividad física tienen más riesgo de desarrollar sobrepeso1.

Exceso de alimento. No respetar la ración diaria que le corresponde o pasarse con las chuches puede acabar con un exceso de peso3. A veces los pet parents confunden un maullido para llamar la atención con una demanda de comida y acaban ofreciendo al gato más alimento del que le corresponde.

Genética. Hay un componente genético detrás de la tendencia a la obesidad en los gatos4.

Algunos fármacos. Fármacos que aumentan el apetito o ralentizan el metabolismo pueden contribuir al sobrepeso.


A todo esto, se une también la tendencia de muchas personas a subestimar los indicios que sugieren que el gato está empezando a acumular grasa en exceso5

¿Cuáles son las consecuencias?

Las consecuencias de que tu gato tenga sobrepeso pueden restar mucho a su calidad de vida. Estas son las más comunes:

  • Enfermedades metabólicas como la diabetes6.
  • Alteraciones hepáticas como el hígado graso7.
  • Problemas bucales, urinarios, articulares y dermatológicos6,8.
  • Neoplasias8.
  • Intolerancia al ejercicio y al calor.
  • Mayor riesgo en la anestesia en caso de que se necesite.

¿Cómo saber si tu gato tiene un exceso de peso?

Hay que valorar su condición corporal. El peso ideal de un gato puede variar en función de su estructura física. Por esta razón, para establecer si tiene un exceso de grasa corporal, es más fiable valorar su condición corporal que conocer su peso. Sin embargo, cuando un gato está en su condición ideal, su peso corresponde al peso correcto y se podrá utilizar como referencia para hacer un seguimiento y saber si está cogiendo demasiado peso.

¿Cómo valorar la condición corporal de tu gato?

 


1. 

Palpa las costillas.
Si tu gato está en su peso ideal, no deberías ver sus costillas, pero podrás sentirlas fácilmente bajo una fina capa de grasa. En cambio, si está con sobrepeso, la capa de grasa será tan gruesa que no podrás sentir ni sus costillas ni sus vértebras con facilidad.

 

Mira su cintura desde arriba.
Si está en su peso ideal, deberías notar que su cintura se estrecha detrás de las costillas, pero no de manera exagerada. En gatos con sobrepeso u obesos, no se apreciará una cintura definida, y su cuerpo podría verse redondeado.    


2. 

 


3.

Ponte de lado y mira la línea de su abdomen.
Si el gato está en su peso ideal, la línea del abdomen debería verse recogida con respecto a la línea del esternón. Por otro lado, en caso de sobrepeso u obesidad, el abdomen aumentará de tamaño y desaparecerá el pliegue abdominal.

 

Busca el resultado de tus valoraciones en una tabla de condición corporal para gatos.
En tablas como estas, la condición corporal generalmente se clasifica en una escala de 9 grados. Una condición corporal de 5 se considera normal, mientras que más de 5 indicaría sobrepeso.


4.

 


5.

Si tienes dudas sobre cómo hacer esta valoración, llévalo a tu veterinario.

 

TIP

Realizar fotos de tu gato en el tiempo también te puede ayudar a percibir cambios en su condición corporal.



¿Cómo evitar el sobrepeso?

Ahora que ya sabes cómo identificar el exceso de peso en un gato y te das cuenta de que el tuyo tiene sobrepeso, no te preocupes. Hay varias cosas que puedes hacer para reducir el sobrepeso y lograr que vuelva a su peso ideal. Estas son algunas:

 

Ponte en contacto con tu veterinario. Es importante evaluar su estado de salud, determinar el nivel de sobrepeso y crear un plan para que recupere gradualmente su peso ideal.

Elige una alimentación adaptada a sus características y necesidades siguiendo las recomendaciones sobre la ración que le corresponde a tu gato según el envase o las indicaciones de tu veterinario. Evita también darle chuches u otros extras.

 

Fomenta su actividad física a la hora de comer. Los gatos disfrutan de actividades relacionadas con la caza. Puedes utilizar juguetes dispensadores de comida o comederos interactivos que requieran que el gato los manipule para obtener comida. También puedes esconder comida por la casa para que explore o lanzar algunos granos de pienso uno por uno para que los persiga.

 

Despierta su instinto de cazador mediante el juego. Los juguetes del tamaño de un ratón, ligeros, posiblemente con plumas, y que se puedan mover fácilmente simulando una presa que huye del gato en línea recta o volando serán tus mejores aliados en este plan. Además, para que el programa de actividad tenga éxito es mejor organizar varias sesiones de juego de pocos minutos de duración.

Crea un espacio más complejo para tu gato: instala rascadores multinivel que lo inciten a moverse, ofrécele objetos para explorar, como cajas de cartón, déjale acceso controlado al exterior, etc. Hay muchas maneras para conseguir que un gato haga más actividad.

Como has visto, el sobrepeso puede ser un peligro para tu gato, ¡hay que evitarlo a toda costa! Si ves que está cogiendo peso, recuerda que la alimentación, la actividad física y un control regular de su estado de salud son la clave. Si tienes dudas sobre su peso, habla con tu veterinario.


 

Bibliografía consultada:

1. Scarlett JM, Donoghue S, Saidla J, Wills J (1994): Overweight cats: Prevalence and risk factors. International Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders 18, S22–S28
2. Flynn MF, Hardie EM, Armstrong PJ (1996): Effect of ovariohysterectomy on maintenance energy requirement in cats. Journal of the American Veterinary Medical Association 209, 1572–1581.
3. Russell, K., Sabin, R., Holt, S., Bradley, R., & Harper, E. J. (2000). Influence of feeding regimen on body condition in the cat. Journal of Small Animal Practice, 41(1), 12-18.
4. Häring, T., Wichert, B., Dolf, G., & Haase, B. (2011). Segregation analysis of overweight body condition in an experimental cat population. Journal of Heredity, 102(Suppl_1), S28-S31.
5. Allan, F. J., Pfeiffer, D. U., Jones, B. R., Esslemont, D. H. B., & Wiseman, M. S. (2000). A cross-sectional study of risk factors for obesity in cats in New Zealand. Preventive Veterinary Medicine, 46(3), 183-196.
6. Scarlett, J. M., & Donoghue, S. (1998). Associations between body condition and disease in cats. Journal of the American Veterinary Medical Association, 212(11), 1725-1731.
7. Nicoll, R., Jackson, M. W., Knipp, B. S., Zagzebski, J. A., Steinberg, H., & O'Brien, R. T. (1998). Quantitative ultrasonography of the liver in cats during obesity induction and dietary restriction. Research in veterinary science, 64(1), 1-6.
8. Lund, E. M., Armstrong, P. J., Kirk, C. A., & Klausner, J. S. (2005). Prevalence and risk factors for obesity in adult cats from private US veterinary practices. Intern J Appl Res Vet Med, 3(2), 88-96.

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