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    Cetoacidosis diabética en 127 perros

    Daniel Z. Hume, Kenneth J. Drobatz, and Rebecka S. Hess. Matthew J. Ryan ACVIM Fo

    Daniel Z. Hume, Kenneth J. Drobatz, and Rebecka S. Hess. Matthew J. Ryan

    ACVIM Forum 2005

    Introducción: El objetivo del estudio era definir los síntomas, las anormalidades biológicas, enfermedades concurrentes, tratamiento, y la evolución asociados a la cetoacidosis diabética canina (DKA). Se realiza un estudio retrospectivo que comprende los años 1993-2003 y se seleccionan 127 perros

    Resultados: La edad meda de los 127 perros con DKA era de ocho años (cuatro meses a 16 años). Ochenta y dos perros (65 %) fueron diagnosticados con DKA en el momento del diagnóstico inicial de diabetes mellitus (DM). Cincuenta y dos (41 %) eran machos castrados, 44 (35 %) eran hembras castradas, 16 (12 %) eran hembras intactas, y 15 (12 %) eran machos intactos. Los perros de raza mixta fueron los más comunes. Los síntoma más comunes eran poliuria y polidipsia (90 %), letargia (87 %), inapetencia (87 %), vómitos (83 %), y pérdida de peso (54 %). La mayoría de perros (90 %) estaban deshidratados, el 51 % tenía organomegalia craneal, y el 36 % tenía dolor abdominal. Se observó hipokalemia (n=102 perros; 85 %), hipofosfatemia (n=53; 44 %), hipomagnesemia (n=40; 60 %), y calcio iónico bajo (n=60;52 %) en la presentación o durante el tratamiento. EL PH medio venoso y el bicarbonato en suero eran 7.24 /-0.1 y 12.6 /-4.6 mmol/L, respectivamente. Cuarenta y un perros (37 %) estaban anémicos y 74 (63 %) tenía leucocitosis. Cuarenta y cuatro perros (38 %) tenían elevaciones tanto de urea como de creatinina. La ALT, AST, y ALP estaban elevadas en el 82 %, 86 %, y 97 % de perros, respectivamente. Ochenta y siete perros (69 %) tenían una o varias enfermedades concurrentes diagnosticadas en el momento de la hospitalización. Las más comunes fueron la pancreatitis aguda (41 %), infección bacteriana del tracto urinario (20 %), hiperadrenocorticismo (15 %), y pulmonía bacteriana (6 %). Al 10 % de animales se les había dado terapia oral con corticosteroides dentro de la semana antes de la hospitalización. La mayoría de perros (n=121, 95 %) recibieron fluidos vía IV, infusión constante y continua (CRI) vía IV de insulina (n=111, 92 %), y CRI vía IV de potasio (n=96, 79 %). Ochenta y nueve perros (70 %) sobrevivieron y fueron dados de alta. La duración media de la hospitalización fue de 6 días. La supervivencia estaba correlacionada con el hematocrito inicial (p=0.03), el pH venoso (p=0.006), y el déficit de base (p=0.006). El tiempo entre la admisión y la iniciación de la terapia con insulina SQ estaba correlacionado con la concentración de potasio (p=0.006), de fósforo (p=0.004), número de leucocitos (p=0.006), el déficit de base (p=0.002), y pH venoso (p=0.0006). La duración de la hospitalización estaba correlacionada con la CRI IV de magnesio (p=0.0001), de fósforo (p=0.0001), bicarbonato (p=0.0015), y potasio (p=0.0185).

    Importancia clínica: La mayoría de perros con DKA no habían sido diagnosticados antes de DM. Las anormalidades electrolíticas son comunes en la DKA y están asociadas a la duración de hospitalización. La supervivencia estaba correlacionada con el grado de anemia y de acidosis. En el 70% de animales con DKA existen enfermedades concurrentes