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    Mediciones de la hormona de crecimiento y de insulin-like growth factor 1 en gatos con diabetes mellitus

    C E Reusch, S Kley, M Casella, R W Nelson, J Mol, J ZapfVet Rec. February 2006;15

    C E Reusch, S Kley, M Casella, R W Nelson, J Mol, J Zapf

    Vet Rec. February 2006;158(6):195-200.

    Introducción: El estudio evalúa las concentraciones séricas de insulin-like growth factor 1 (IGF-1) y la hormona de crecimiento en 25 gatos con diabetes mellitus sin tratamiento (11 de los cuales fueron usados para mediciones de seguimiento, una a tres, cuatro a ocho, nueve a 12 y 13 a 16 semanas después del inicio del tratamiento con insulina), 14 gatos diabéticos que habían sido tratados antes con insulina, y siete gatos diabéticos que también tenían hipersomatotropismo, dos de los cuales antes no habían sido tratados antes con insulina; 18 gatos sanos fueron usados como control.

    Resultados: En los gatos diabéticos no tratados la concentración de IGF-1 el rango fue de 13.0 a 433.0 ng/ml (mediana 170.5 ng/ml), que era considerablemente inferior que las concentraciones de los gatos control (196.0 a 791.0 ng/ml, mediana 452.0 ng/ml). Sus concentraciones de IGF-1 aumentaron considerablemente cuando eran tratados con insulina y después de cuatro a ocho semanas de tratamiento no eran diferentes de las de los gatos control. En los gatos diabéticos que antes habían sido tratados con insulina las concentraciones IGF-1 eran entre 33.0 y 476.0 ng/ml (mediana 316.0 ng/ml), que eran considerablemente inferiores a las concentraciones de los gatos control, pero considerablemente más altas que las de los gatos diabéticos no tratados. Las concentraciones de IGF-1 en los dos gatos diabéticos primero no tratados con hipersomatotropismo eran bajas y bajo-normal, pero aumentaron notablemente después del tratamiento con insulina. En los cinco gatos antes tratados con hipersomatotropismo la concentración de IGF-1 era superior al rango normal. Las concentraciones de la hormona de crecimiento en los gatos diabéticos tratados y no tratados y sin hipersomatotropismo no eran significativamente diferentes y había un solapamiento en sus concentraciones en los gatos diabéticos con y sin hipersomatotropismo.