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    Heridas por mordedura de perro:Bacteriología y resultado del tratamiento en 37 casos

    J Am Anim Hosp Assoc 37[5]:453-460 Set-Oct\'01 Greg M. Griffin; David E. Holt

    J Am Anim Hosp Assoc 37[5]:453-460 Set-Oct\'01

    Greg M. Griffin; David E. Holt

    Objetivo: Las heridas por mordedura de perro son comunes tanto en medicina humana como en veterianria, y representan el 1% de las visitas de urgencias humanas y el 10% de las urgencias veterinarias. El tejido devitalizado puede contaminarse por la flora oral y las bacterias de la piel del perro mordedor e infectarse si el tratamiento se retrasa, permitiendo que las bacterias contamiantes se multipliquen e invadan la zona. El objetivo del estudio se basa en evaluar la contaminación bacteriana en heridas por mordedura de perro no infectadas clínicamente y comparar los resultados obtenidos con los cultivos obtenidos durante debridación quirúrgica y con los cultivos de las heridas que posteriormente se contaminen.

    Animales: Se evaluaron las heridas por mordedura de pero en 37 perros.

    Procedimiento: Una herida infectada se define como cualquier herida que presenta una secreción purulenta o absceso a su alrededor. Se establece un sistema de clasificación de las heridas en base a su gravedad (clase 1- clase 4), en un intento de correlacionar la gravedad de la herida con el riesgo de infección y el pronóstico. Se tomaron muestras para un primer conjunto de cultivos aerobios y anerobios de cada herida dentro de la primera hora de presentación y muestras para un segundo conjunto de cultivos realizados durante la debridación en aquellas heridas que requerían cirugía. Se administraron antibióticos de forma perioperativa en todos los casos, y se usó Amoxicilina-Acido Clavulánico de manera post-operativa en la mayoría de animales antes de conocer los resultados de cultivos y antibiogramas.

    Resultados: De los 37 perros evaluados, el 95% se presentaron dentro de las primeras 12 horas del suceso. Las localizaciones más frecuentes de las heridas fueron cuello, piernas, cabeza, pecho, región del hombro, y abdomen. El 86% de los animales presentaron heridas en más de una estas localizaciones, y el 57% de las heridas se clasificaron como clase 4 (la más grave). En cuanto a los resultados de los cultivos, el 65% de animales tenían heridas con cultivos aerobios positivos, el 15% presentaron cultivos anaeróbios positivos, y el 33% tenían cultivos negativos. Las bacterias más comunmente aisladas fueron el Staphylococcus Intermedius, Enterococcus spp, Staphylococcus coagulasa negativos y Escherichia Coli. Los gérmenes aneróbios más comunmente aislados fueron los Bacilos spp, Clostridium spp y Corinebacterium spp. Las heridas graves presentaban un grado alto de contaminación bacteriana en el momento de la presentación y tenían mayor probabilidad de infectarse. De los 37 casos, 34 (92%) curaron sin complicaciones, y 3 de ellos (8%) desarrollaron infecciones clínicas evidentes. No hubo un único antibiótico o combinación antibiótica que fuera efctiva contra todas las bacterias aisladas.

    Conclusiones y relevancia clínica: Los autores concluyen que el bajo grado de infección (8%) observado en este estudio refuerza el uso temprano de tratamientos a base de debridación quirúrgica agresiva, lavado, y antibióticos de amplio espectro. Los cultivos tomados en el momento de la presentación no pueden predecir cuales van a ser las heridas que se infectarán, y tampoco son útiles para predecir las bacterias que aparecerán.