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    Ovario, Quiste

    ETIOLOGÍA: Los quistes ováricos son sacos de contenido líquido o semisólido, muy comunes en la perra y en la gata y que generalmente no producen sintomatología y pasan desapercibidos. Hay cuatro tipos: foliculares, luteínicos, del epitelio tubular y de la médula ovárica. No suelen dar sintomatología pero también pueden asociarse a estados hipersecretores estrogénicos, hiposecretores en general, etc.

    PRONÓSTICO: Si se realiza una terapéutica quirúrgica el pronóstico es excelente, ya que no hay recidivas.

    SÍNTOMAS: No suelen dar signos clínicos apreciables, pero los quistes foliculares se han asociado a perras con proestros muy prolongados e infértiles. En estas perras, la vulva presenta un aspecto típico de proestro (edema, pérdidas seroso-sanguinolentas) e incluso con un comportamiento típico. Los quistes del epitelio tubular se han asociado a perras que presentan un anoestro persistente y por supuesto infertilidad. En algunos casos puede producirse un crecimiento tan severo que se palpa una masa abdominal.

    TRATAMIENTO: No siempre es necesario el tratamiento en los casos de proestro persistente, y sólo debemos tratarlo cuando se producen problemas de comportamiento inaceptables para el propietario, anemia por pérdida de sangre y, por supuesto, cuando el proestro no finaliza nunca. El tratamiento con progesterona está contraindicado por el alto riesgo de provocar una hiperplasia endometrial quística o una piómetra. Actualmente puede usarse [GnRH] cada 24-48 h útil en la regresión del quiste. De todas maneras, el tratamiento médico puede reportarnos pocas satisfacciones de cara al propietario, por lo que suele realizarse una exéresis quirúrgica del quiste o del ovario completo.