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    Pulmon, Torsion Lobar

    ETIOLOGÍA: La torsión lobar pulmonar se define como la rotación sobre su eje de un lóbulo pulmonar, con el consiguiente estrangulamiento de los bronquios y de su paquete vascular. Es una patología que se produce en perros y es muy rara en gatos. La fisiopatología del porqué de la rotación todavía es desconocida, pero hay cuatro causas que predisponen: - Cirugía torácica. - Trauma. - Efusión pleural. - Espontánea, idiopática (sin causa predisponente conocida). Al rotar el lóbulo pulmonar, se obstruye el paquete vascular, pero, sobre todo, el venoso de retorno, por lo que se produce un aporte de sangre a ese lóbulo, con el consiguiente aumento de volumen. Hay una efusión hemorrágica importante que produce una disminución del volumen tidal y por supuesto, una anemia por la hemorragia. Más adelante se produce un infarto de todo el parénquima pulmonar. En los casos crónicos se puede producir una destrucción del lóbulo afectado y, poco a poco, irse llenando la anatomía de tejido conectivo.

    PRONÓSTICO: Si se estabiliza correctamente al animal, el pronóstico suele ser bueno. La cirugía es curativa en el 100% de los casos y no suelen darse recidivas en otros lóbulos pulmonares. El tubo de drenaje debe dejarse colocado por lo menos de 24 a 48 h, y debe comprobarse la función cardíaca, respiratoria y del tubo de drenaje muy a menudo.

    SÍNTOMAS: Los signos, generalmente, son agudos y progresivos. Incluyen disnea severa, hemoptisis, tos, hipotensión, colapso y signos sistémicos como fiebre y depresión. El problema es que estos signos pueden quedar enmascarados porque el animal puede presentar una efusión pleural previa por otro proceso respiratorio.

    TRATAMIENTO: El único tratamiento posible es la estabilización del animal y la resección quirúrgica posterior del lóbulo pulmonar afectado. La estabilización la realizamos con una toracocentesis y extracción del líquido pleural, oxigenación, fluidoterapia y colocación de un tubo de drenaje en el tórax. La cirugía debe hacerse con una buena monitorización anestésica, ya que suelen producirse depresiones respiratorias graves. Hay que localizar exactamente qué lado es el afectado a fin de entrar por el lado correcto.