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    Pulmon, Tromboembolismo

    ETIOLOGÍA: El tromboembolismo pulmonar está provocado por la formación de un coágulo o de un émbolo (grasa, aire, etc.) en cualquier parte del organismo y, por migración vascular, se produce su acantonamiento en la parte más fina del torrente vascular pulmonar (arterias pulmonares). Esto produce un cuadro respiratorio agudo de difícil diagnóstico. Hay un área localizada de parénquima pulmonar que pierde irrigación y rápidamente se necrosa, con el consiguiente perjuicio en la ventilación pulmonar total. Para que se produzca una predisposición a la trombosis venosa, se deben cumplir los siguientes estados: hipercoagulabilidad, éstasis vascular y deterioro del endotelio vascular. Las enfermedades que pueden provocar tales cambios son el [hipotiroidismo], el [síndrome nefrótico], el DIC el [hiperadrenocorticismo], la [anemia hemolítica autoinmune], la [dirofilariosis], etc. Suele ser una patología infradiagnosticada porque es de muy difícil diagnóstico antemortem y postmortem, ya que son necesarias técnicas invasivas para su confirmación y la sintomatología es muy inespecífica de enfermedad respiratoria y suele estar acompañada de otras enfermedades que la ocultan. Es una enfermedad que se da en el perro y muy rara en el gato.

    PRONÓSTICO: El pronóstico suele ser malo. Hay que tener en cuenta la causa que lo produce. Acostumbra a haber muchas recidivas y muy rápidas. Normalmente es una patología de evolución muy rápida en la que se considera que el 20 ó 30% de los perros afectados suelen morir en la primera hora de aparición. El pronóstico mejora cuando han pasado 3 ó 4 días del proceso.

    SÍNTOMAS: No son muy característicos, pero se inician con una disnea súbita que puede ser ligera y agravarse en poco tiempo. Hay tos y puede haber hemoptisis. La auscultación suele ser normal. El animal está ansioso debido a la hipoxia progresiva que padece.

    TRATAMIENTO: El tratamiento consiste en la aplicación de anticoagulantes. Cuando hay riesgo alto de tromboembolismo, ya sea aórtico, pulmonar o de otro tipo, deben administrarse antiagregantes plaquetarios como la aspirina a dosis de perro y de gato, y anticoagulantes como la [heparina] mientras exista el riesgo (tratamiento de adulticidas en las filariosis, etc.). Cuando se sospecha de un tromboembolismo pulmonar debe administrarse [heparina]. Es necesario suplementar con oxígeno al animal tanto tiempo como sea necesario. El confinamiento en una jaula suele ser muy beneficioso y hay que evitar la sobredosificación de suero al animal. Como anticoagulante también se usa la warfarina, pero menos. El tratamiento con estreptokinasa IV como fibrinolítico no se ha usado en veterinaria.