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    Ascitis en perros: evaluación de la hemostasis y de la fibrinólisis.

    Habitualmente se produce por un aumento de la presión hidrostática o una disminución de la presión oncótica del plasma sanguíneo y las causas son muy variadas.

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    ¿Por qué se produce?

    Habitualmente se produce por un aumento de la presión hidrostática o una disminución de la presión oncótica del plasma sanguíneo. Las causas son muy variadas, incluyendo procesos hepáticos, enfermedades renales como el síndrome nefrótico o un fallo renal por hipoalbuminemia y enfermedades cardiacas como la insuficiencia cardiaca congestiva. En este artículo nos centraremos en la Insuficiencia cardiaca congestiva como origen de la ascitis.

    Insuficiencia cardiaca congestiva y ascitis

    La insuficiencia cardiaca congestiva se define como una situación en la cual el corazón no es capaz de mantener el gasto cardiaco (volumen de sangre expulsado por el ventrículo en un minuto) adecuado para el correcto desempeño de las funciones del organismo. Esto provoca que la sangre circule más lentamente, produciéndose una congestión circulatoria.

    Las insuficiencias cardíacas pueden tener distintos orígenes:

    • Alteraciones de la precarga: Existe un defecto en el llenado del ventrículo, bien por disminución del volumen o por aumento.
    • Alteraciones de la poscarga: El defecto se encuentra a la hora del vaciado del ventrículo, por todas aquellas causas que provocan una resistencia al vaciado.
    • Alteraciones de la contractilidad: Aunque el volumen de sangre sea el correcto, siempre queda sangre en los ventrículos tras la contracción.
    • Alteraciones de la frecuencia cardiaca: Si el corazón presenta bradicardias o taquicardias es incapaz de mantener el gasto cardiaco.

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    Insuficiencia cardiaca congestiva derecha

    Las alteraciones de la precarga producen síntomas congestivos sobre todo. Estos síntomas pueden variar en función de qué lado se encuentre afectado, distinguiendo entre insuficiencia cardiaca congestiva izquierda y derecha.

    La ICC izquierda produce síntomas relacionados con la congestión venosa pulmonar debido al aumento de presión en ese circuito.

    La ICC derecha, en cambio, ocurre una congestión venosa generalizada, debido al aumento de la presión venosa sistémica. Este aumento de la presión hidrostática deriva en un incremento del líquido intersticial hepático, provocando un mayor drenaje linfático y un trasudado a nivel peritoneal (ascitis).

    La dieta en insuficiencia cardíaca

    El tratamiento de la insuficiencia cardíaca incluye la administración de diuréticos, que disminuirán el volumen circulatorio, mejorando el rendimiento cardíaco. Asimismo, es importante aplicar cambios en la dieta del paciente canino que supongan una menor ingesta de sodio y un cuidado renal que le permita eliminar correctamente los líquidos sin perder calidad nutricional. Advance Veterinary Diets ha desarrollado alimentos para el cuidado renal en perros y gatos.

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    Hemostasia

    La hemostasia es un complejo mecanismo fisiológico mediante el cual el organismo impide la pérdida significativa de sangre tras un traumatismo o lesión. Incluye varias fases, como la vasoconstricción, la agregación plaquetaria y la formación de redes de fibrina. La última de estas fases es la fibrinólisis, que se encarga de la degradación de estas redes de fibrina para evitar un tromboembolismo al desprenderse ese tapón plaquetario. Tras su degradación, se producen productos de degradación de fibrinógeno, como los D-dímeros, que serán eliminados por los macrófagos del hígado y el riñón.

    Mediante un estudio se determinó que los perros con ascitis secundaria a insuficiencia cardiaca derecha podían estar en mayor riesgo de hiperfibrigenólisis primaria. Para ello se compararon tres grupos de perros con ascitis, el primer grupo (veinte) tenían ascitis secundaria a ICC derecha, cuarenta eran perros no sanos pero sin enfermedad cardiaca y veinte tenían ascitis secundaria a ICC izquierda.

    En este primer grupo, los animales tenían una concentración plasmática de fibrinógeno significativamente menor que los otros dos grupos. Dieciocho de estos perros tuvieron resultados discordantes PDF´s/D-dímeros, diez de ellos tenían hipofibrinogenemia recurrente y dos de estos presentaban signos clínicos de hemorragia.

    En los otros dos grupos solo diez perros tuvieron resultados discordantes PDF´s/D-dímeros, pero ninguno presentaba hipofibrinogenemia o signos de hemorragia.

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