VT_Tematica_Traumatologia_detail.jpg VT_Tematica_Traumatologia_detail.jpg
  • Tiempo de lectura: 1 mins

    Bursitis en perro. Manejo exitoso de drenaje de succión cerrado

    La bursitis en perros es una afección clínica relativamente frecuente que cursa con dolor e impotencia funcional. Se diagnostica con relativa facilidad, pero en algunos casos su tratamiento puede llegar a ser un reto ya que las respuestas varían de un paciente a otro.

    La bursitis en perros es una afección clínica relativamente frecuente que cursa con dolor e impotencia funcional. Se diagnostica con relativa facilidad, pero en algunos casos su tratamiento puede llegar a ser un reto ya que las respuestas varían de un paciente a otro.


    La bursitis suele estar provocada por un traumatismo, ya sea agudo debido a un impacto fuerte, o por la exposición sistemática a bajos impactos. Es más común en perros de raza grande y gigante como grandes daneses, galgos y dálmatas. No obstante, también pueden aparecer en perros que no son muy activos, sobre todo cuando pasan mucho tiempo sobre superficies duras pues ello causa estrés en la articulación.

    Opciones de tratamiento de la bursitis en perros

    El tratamiento depende del tipo de bursitis, su estadio y de si existen complicaciones como la infección articular. Cuando se trata de una bursitis no complicada se recurre al vendaje y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

    En algunos casos, si el perro sufre infección, se recomendará el uso de antibióticos. Si el animal no responde a los AINEs o la afección está relacionada a una condición autoinmune, se indicará el uso de esteroides, aunque este estudio1 muestra recelos en la administración de inyecciones de corticoides y recomienda el uso de drenaje.

    Descarga gratis aquí la ficha de evaluación para determinar la movilidad  articular del perro

    De hecho, cuando la bursitis es más grave se suele realizar un drenaje con aguja fina del líquido sinovial. En caso de complicaciones, si se produce una fístula o ulceración, será necesario recurrir al tratamiento quirúrgico.

    Drenaje de Penrose para los higromas de codo

    La mayoría de los higromas grandes demandan un drenaje prolongado. El drenaje de Penrose, un procedimiento abierto y no aspirativo, es uno de los drenajes pasivos más utilizados. Esta técnica es adecuada para el drenaje de pequeñas áreas, pero no es recomendable para áreas grandes, sobre todo cuando se prevé un drenaje prolongado porque cuanto más se deje el drenaje, mayor es el riesgo de que se produzca una infección ascendente por la contaminación en su sitio de salida. Esto se debe a que el líquido saliente se queda retenido en el vendaje, manteniéndose en contacto con la piel del animal.

    En los casos de higromas de codo el drenaje de Penrose se suele utilizar durante un período de tres semanas, lo cual significa que se requiere el mantenimiento prolongado de un vendaje compresivo que hay que cambiar con periodicidad, generalmente cada tres o cinco días, a medida que el líquido se acumula en la capa de vendaje secundaria. De hecho, un estudio retrospectivo2 realizado en 25 canes con higroma de codo indicó que 5 de los 11 casos sometidos a drenaje de Penrose sufrieron complicaciones postoperatorias.

    El drenaje de Penrose tiene otro punto en contra: es difícil mantener el vendaje en la posición adecuada pues los materiales se estiran y aflojan lentamente debido al movimiento del perro. Por eso se deben valorar otras soluciones para la bursitis en perros, como el drenaje de succión cerrado (activo), que puede reducir la aparición de hematomas en la herida y minimizar el riesgo de infección, siendo una opción más cómoda ya que no son necesarios los cuidados postoperatorios del vendaje que requiere el drenaje de Penrose para los higromas del codo.

    La eficacia del drenaje de succión cerrado en higromas de codo

    El uso del drenaje de succión cerrado fue analizado en caso publicado en la Journal of Small Animal Practice.3 Se trataba de un macho San Bernardo de 1 año, castrado y con higromas de codo bilaterales presentes desde hacía varias semanas. Para tratar el higroma más grande de 8 centímetros de diámetro que afectaba el codo izquierdo se utilizó un sistema de drenaje de succión cerrado para reducir la bolsa durante un período de tres semanas.

    El sistema de drenaje activo se sujetó en el collar cervical del perro, al cual se le administraron antibióticos orales cada 12 horas durante 7 días, así como tramadol, un analgésico, durante 3 días. Durante ese periodo de tiempo, se usó una cama suave para proteger de impactos el área del olécranon.

    Después de la extracción del drenaje se realizaron exámenes periódicos durante 18 meses, en los cuales no se apreció evidencias de recurrencia de higroma. No obstante, el higroma del codo derecho, de tamaño más pequeño no operado, se había agrandado ligeramente durante este período. Los autores concluyen que el uso del drenaje de succión cerrado del higroma es un método simple y económico para eliminar el saco de líquido.

    La principal ventaja de este sistema de drenaje activo es que se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que disminuye el riesgo de contaminación puesto que el líquido drenado se almacena directamente en el depósito. Esto permite dar un seguimiento más preciso al proceso de drenaje pues se podrá notar rápidamente cualquier cambio en la apariencia del líquido o una posible obstrucción del sistema. Además, no requiere la inmovilización de la extremidad.

    Referencias Bibliográficas:

    1. Basilea, A. (2017) Elbow hygroma in the dog: A retrospective study of 25 cases (Tesis de Maestría) Universidad Aristóteles de Tesalónica, Salónica.
    2. Pavletic, M. M. & Brum, D. E. (2015) Successful closed suction drain management of a canine elbow hygroma. J Small Anim Pract; 56(7): 476-479.
    3. Johnston, D. E. (1975) Hygroma of the elbow in dogs. J Am Vet Med Assoc; 167: 213-219.

    Post relacionado:

    CTA post - contacto comercial ES