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    Convulsiones en perros después de una mielografía con iohexol

    El uso de pruebas diagnósticas que conlleven riesgos asociados debe siempre minimizarse. No obstante, hay circunstancia en las que es necesario recurrir a ellas. Es importante en estos casos conocer los riesgos y cómo minimizarlos.

    El uso de pruebas diagnósticas que conlleven riesgos asociados debe siempre minimizarse. No obstante, hay circunstancia en las que es necesario recurrir a ellas. Es importante en estos casos conocer los riesgos y cómo minimizarlos.

    La mielografía

    La mielografía es una técnica radiográfica con uso de contraste que permite observar en detalle la médula espinal. El uso del contraste “dibuja” los contornos del interior del tubo vertebral, por lo que se puede observar con precisión la lesión estudiada.

    La mielografía en el perro se utiliza en el diagnóstico y control de enfermedades de la médula espinal como hernias discales, fracturas vertebrales, tumores o quistes. También puede requerirse su uso tras una intervención quirúrgica, para evaluar su resultado.

    Ficha de evaluación: Movilidad articular del perro

    Para llevarla a cabo, en primer lugar, se administra anestesia general al paciente. Una vez ha hecho efecto, se aplica el contraste mediante punción lumbar o punción en la cisterna cerebelomedular, en el espacio subaracnoideo. La inyección debe ser lenta y, cuando ya se ha distribuido, se puede proceder a radiografiar.

    Aunque se trata de una técnica relativamente invasiva, conlleva algunos riesgos. Los efectos secundarios observados con mayor frecuencia son las convulsiones. Algunos perros pueden padecer un aumento transitorio de los síntomas clínicos, que desaparece cuando se ha reabsorbido el contraste. En casos muy raros puede llegar a darse la muerte del can por reacción alérgica grave al medio de contraste, por punción accidental en zonas vitales o por complicaciones de la anestesia.

    Contraste con iohexol

    Con el objetivo de minimizar los efectos neurotóxicos asociados a la mielografía, el medio de contraste ideal debe ser farmacológicamente inerte, soluble en agua, miscible en fluido cerebroespinal y radiopaco a concentración isotónica.

    El iohexol es un medio de contraste para radiografía iodado e hidrosoluble de segunda generación. Ha sustituido a la metrizamida como contraste más utilizado pues, a pesar de ser más costoso que otros medios de contraste más habituales, es el indicado en mielografía por tratarse del que conlleva menor riesgo de reacciones indeseables, así como por proporcionar mayor calidad de imagen. Mientras que la metrizamida comportaba un riesgo de convulsiones de entre el 15 y el 65%, se considera que el iohexol provocaría este efecto secundario en menos del 10% de los perros.

    Afortunadamente, estas convulsiones remiten por sí solas en poco tiempo, y no tienen mayores repercusiones. Si no remiten espontáneamente, pueden manejarse con diazepam o propofol, si es necesario. Puedes leer aquí sobre el manejo de la epilepsia en perros.

    Estudio sobre los riesgos del iohexol en perros

    Veterinarios de la Facultad de Medicina Veterinaria de Ontario (Canadá) llevaron a cabo un estudio entre 2002 y 2004 para determinar la incidencia y factores de riesgo de sufrir convulsiones tras una mielografía con iohexol en perros 1. Para ello, evaluaron los registros médicos de 503 casos y analizaron los siguientes datos: raza, edad, sexo, peso corporal, lugar de la punción, dosis de iohexol utilizada, duración de la anestesia, localización de la lesión, intervenciones quirúrgicas llevadas a cabo tras la mielografía, uso de acepromacina y si hubo presencia o no de convulsiones. De los 503 perros, 15 presentaron convulsiones (3 % del total). 

    Todos estos datos se cruzaron y analizaron mediante herramientas estadísticas para determinar qué factores inciden en el riesgo de cada perro de desarrollar convulsiones tras la mielografía con iohexol. De este análisis se obtuvieron los siguientes factores de riesgo con significación estadística:

    • El tamaño del perro. Es el factor de mayor incidencia. Los perros grandes tienen 35,35 veces más probabilidades de padecer ataques convulsivos tras esta técnica que los perros pequeños, según la población de este estudio.
    • El lugar de la inyección del contraste. Aquellos perros que recibieron la inyección en la cisterna cerebromedular tuvieron 7,4 veces más probabilidades de sufrir convulsiones.
    • La localización de la lesión. Las lesiones en la región cervical provocaron que los perros padecieran convulsiones con una probabilidad 4,65 veces mayor que los pacientes con lesiones en otras zonas.
    • El volumen total de líquido de contraste. Los perros que padecieron convulsiones tras la mielografía habían recibido una media de 11,73 ± 5,52 ml de iohexol, mientras que aquellos que no tuvieron repercusiones habían recibido una media de 4,57 ± 4,13 ml.

    Conclusiones del estudio

    Los autores de este estudio concluyeron que, dado que no se puede eliminar totalmente la posibilidad de que el paciente canino tenga convulsiones tras una mielografía, sí se pueden reducir los riesgos aplicando los siguientes criterios:

    • Se debería evitar el uso de volúmenes de medio de contraste mayores a 8 ml.
    • Se debe dar preferencia a la zona lumbar para la inyección del contraste.
    • Estas recomendaciones deben respetarse escrupulosamente en perros grandes.

    Alternativas a la mielografía de contraste

    Actualmente, esta técnica está poco a poco siendo reemplazada por el uso de la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), que tiene menos riesgos potenciales (nulo riesgo de convulsiones en el perro) y además ofrece más información. No obstante, la RMN se está implantando poco a poco debido a su alto precio y su baja disponibilidad, ya que se requiere un alto grado de profesionalización para su uso y una maquinaria muy costosa.

    (1)  Ronaldo C Da Costa, Joane M Parent, Howard Dobson. Incidence of and risk factors for seizures after myelography performed with iohexol in dogs: 503 cases (2002-2004). Jour. Am. Vet. An. Assoc. 15, 2011, Vol. 238, No. 10, 1296-1300

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