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    Cerebro en un perro: anatomía clínica usando la resonancia magnética

    En los últimos años la medicina veterinaria ha experimentado importantes avances médicos y técnicos. El conocimiento y uso de nuevas técnicas de diagnóstico por la imagen permitirá obtener mejor resultados clínicos. En este artículo ponemos como ejemplo la resonancia magnética.

    Bases anatómicas

    Para un adecuado diagnóstico por la imagen en el sistema nervioso es imprescindible el conocimiento de la anatomía animal, que permitirá la correcta localización de las alteraciones neurológicas, su interpretación diagnóstica y la administración de un tratamiento pertinente.

    La Nómica Anatómica Veterinaria es el manuscrito del Comité Internacional de Nomenclatura Anatómica Veterinaria, ICVGAN por sus siglas en inglés, en el que se define de manera clara y específica cada una de las estructuras anatómicas presentes en los animales de compañía, por lo que constituye la referencia para los profesionales veterinarios clínicos.

    Entre las distintas formas que existen para describir el sistema nervioso1, la neuroanatomía básica es el grupo que engloba la diferenciación clásica de sistema nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP).

    El SNC está conformado por el encéfalo y la médula espinal, que se encuentran también rodeados de envolturas y líquido cefalorraquídeo que protegen y nutren su parénquima. El encéfalo se compone de cerebro y tronco encefálico. El primero de ellos es el encargado de recibir sensaciones, integrarlas y tomar decisiones.

    A su vez, el cerebro se divide en dos hemisferios separados por una fisura longitudinal, y presenta circunvoluciones en su superficie. Cada uno de los hemisferios presenta:

    • Sustancia gris: se encuentra tanto en la corteza rodeando la sustancia blanca como en los núcleos basales y se compone de cuerpos de neurona.
    • Sustancia blanca: conformado por fibras de asociación, fibras de proyección y fibras comisurales.

    No obstante, desde un punto de vista de la neuroanatomía funcional, los distintos sistemas que comprenden el propio sistema nervioso no tienen una diferenciación clara, debido a que no funcionan de manera independiente y distintos sistemas tienen componentes tanto del SNC como del SNP, como es el caso del sistema propioceptivo, entre otros.

    Según la neuroanatomía funcional, el sistema nervioso se divide en:

    • Telencéfalo o hemisferios cerebrales.
    • Diencéfalo.
    • Mesencéfalo.
    • Mesencéfalo ventral o puente.
    • Mielencéfalo.
    • Cerebro.
    • Médula espinal.

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    Resonancia magnética y su aplicación en alteraciones cerebrales

    La resonancia magnética es una técnica mediante la que se obtienen imágenes anatómicas digitalizadas, con la ventaja de no resultar invasiva para el paciente y no hacer uso de radiación. Su funcionamiento se basa en la excitación de protones sometidos a un campo electromagnético mediante impulsos de radiofrecuencia.

    Su utilidad reside en la visualización de los tejidos blandos. Si nos centramos en el sistema nervioso se pueden estudiar las lesiones y cambios morfológicos en nervios craneales, tronco encefálico y médula espinal. Permite la evaluación de la anatomía del encéfalo y el estudio de las alteraciones patológicas y degenerativas que puede presentar.

    Las imágenes obtenidas pueden relacionarse con la clínica que presenta el animal. En este estudio publicado en la revista Veterinary Radiology Ultrasound se realizaron mapeos de las subdivisiones cerebrales donde se encontraron lesiones relacionadas con signos clínicos neurológicos. De este modo, se pudo relacionar la neuroanatomía con los signos clínicos que presentaban los perros del estudio.

    La resonancia magnética permite detectar enfermedades degenerativas que tengan una manifestación macroscópica, relacionando el cuadro clínico que presenta el animal con las alteraciones anatómicas que puedan estar presentes. Sin embargo, debe de ser realizada en conjunción con otras técnicas diagnósticas para poder obtener un diagnóstico definitivo e instaurar un protocolo de tratamiento específico.

    1. Luján A. Neurología clínica. En: Agut A, Clemente F, Díaz S, Lloret A, Luján A, Noli C, Pastor J, Salazar V, Tabar MD. Manual clínico de medicina interna en pequeños animales II. ed. 5M Publishing, Londres (2015). p. 10-37.

     

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