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    Dermatitis en perros: Tratamiento con fipronil en alergia a pulgas

    El tratamiento de elección para la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas consiste en eliminar la exposición del perro al antígeno. Analizamos la eficacia del tratamiento con fipronil y otras terapias posibles.

    La dermatitis alérgica a la picadura de pulgas (DAPP) es la enfermedad de origen alérgico más común en la práctica veterinaria. Puede aparecer en cualquier momento de la vida del animal, aunque es más frecuente entre los 3 y 5 años. Algunas razas, como el labrador, pekinés, chow chow, fox terrier y setter son más susceptibles a padecerla.

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    Los animales que presentan atopia a ciertos alérgenos ambientales también son más propensos a desarrollar este problema, como indicó un estudio desarrollado en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza1.

    Síntomas de la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas

    La dermatitis alérgica a la picadura de pulgas es una reacción que se aprecia en perros sensibilizados debido a una picadura anterior. Se hipotetiza que cuando los perros se exponen continuamente a las pulgas pueden desarrollar una tolerancia inmunológica, pero si se trata de exposición intermitente, es probable que desarrollen una hipersensibilidad, según sugirió un estudio publicado en la revista Veterinary Immunology and Immunopathology2.

    Básicamente, el animal reacciona a los alérgenos que se encuentran en la saliva de la pulga. De hecho, la saliva de la pulga tiene características irritantes y alergénicas. En los perros, las fracciones proteicas más antigénicas son las responsables de esa reacción de hipersensibilidad.

    Como resultado, el animal presenta diferentes síntomas característicos de una dermatitis papulosa pruriginosa, entre ellos:

    • Prurito de intensidad variable
    • Eritema localizado o generalizado
    • Lesiones secundarias (alopecia, excoriaciones, pápulas, descamaciones y costras) provocadas por el propio animal al rascarse, morderse o lamerse la zona afectada.

    Las lesiones suelen concentrarse en el área lumbosacra, la base de la cola y los muslos caudomediales, según un estudio publicado en la revista Veterinary Dermatology3. En los casos crónicos puede aparecer una hiperpigmentación, liquenificación e hiperqueratosis.

    Tratamiento de la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas en perros

    El tratamiento de la dermatitis en perros debido a la picadura de pulgas pasa por eliminar la exposición al antígeno: las pulgas. Por eso es necesario centrarse en el control de las mismas. Un estudio desarrollado en la Universidad de Georgia4 analizó la efectividad del fipronil en el tratamiento de la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas en perros.

    Los investigadores trataron a 31 perros que padecían dermatitis alérgica a la picadura de pulgas con tres aplicaciones mensuales de una solución de fipronil al 10 %. Realizaron un recuento de pulgas y analizaron el nivel de prurito, además de valorar las lesiones en la piel en cada visita.

    Al cabo de 90 días, el recuento de pulgas había disminuido en un 98 % y el prurito se redujo o eliminó en el 84 % de los perros. Las lesiones dermatológicas también mejoraron significativamente, de manera que los investigadores concluyeron que “la aplicación de una solución de fipronil al 10% es eficaz para reducir la frecuencia y severidad de los signos de dermatitis alérgica a pulgas en el perro”.

    No obstante, en algunos casos no basta con aplicar un antipulgas y es necesario recurrir a corticoides, los cuales alivian los síntomas o permiten una remisión rápida de los mismos. Se puede administrar prednisona o prednisolona por vía oral durante 5 o 10 días. Si el animal presenta efectos adversos, se puede recurrir a los antihistamínicos de primera generación.

    En la actualidad se está trabajando en una terapia de hiposensibilización que consiste en inyectar dosis crecientes de extractos de pulga, aunque todavía no existen resultados concluyentes que avalen su eficacia.

    1.    Navarro, L. & Verde, M. T. (2002) La dermatitis alérgica a la picadura de pulga: estudio de factores epidemiológicos en el área urbana de Zaragoza. Rev. AVEPA; 22(4): 311-317.
    2.    Halliwell, R. E. & Longino, S. J. (1985) IgE and IgG antibodies to flea antigen in differing dog populations. Vet Immunol Immunopathol; 8(3): 215-223.
    3.    Bruet, V. et. Al. (2012) Characterization of pruritus in canine atopic dermatitis, flea bite hypersensitivity and flea infestation and its role in diagnosis. Vet Dermatol; 23(6): 487-493.
    4.     Medleau, L. et. Al. (2003) Evaluation of fipronil spot-on in the treatment of flea allergic dermatitis in dogs. J Small Anim Pract; 44(2): 71-75.

     

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