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    Heces con sangre en perros. ¿Posible enteritis bacteriana?

    En el diagnóstico diferencial de las heces con sangre en perros es necesario tener en cuenta diversas bacterias que no tienen una prevalencia elevada pero que pueden poner en riesgo la salud del paciente, por lo que es necesario su conocimiento y profundización.

    Etiología

    Dentro de las causas de heces sanguinolentas en perros se puede encontrar un amplio espectro de agentes patógenos que la desencadenan: desde parásitos gastrointestinales a virus como el parvovirus o el coronavirus, entre otros. Entre las causas no infecciosas que cursan con este signo encontramos la presencia de tumores y la administración de medicamentos.

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    Por otro lado, los patógenos bacterianos se presentan con una frecuencia baja en la práctica clínica rutinaria, pero son microorganismos que se deben de tener en cuenta a la hora de desarrollar un diagnóstico e instaurar un protocolo terapéutico adecuado. Los más importantes son:

    • Salmonella spp.: este bacilo puede encontrarse en el organismo sin desencadenar ningún signo clínico, desarrollando sintomatología en animales inmunodeprimidos o aquellos pacientes que han ingerido alimentos crudos o en mal estado. Sin embargo, algunos estudios sugieren que, pese a su baja prevalencia en la clínica veterinaria de animales de compañía, algunas cepas de Salmonella están desarrollando resistencias a antibióticos que hacen saltar las alarmas como problema de Salud Pública.
    • Yersinia spp.: según el Colegio de Veterinarios de Madrid, se considera la tercera zoonosis alimentaria en humanos, pero no tiene mucha transcendencia en perros y gatos, aunque pueden adquirirla con la ingestión de pequeñas aves y roedores silvestres portadores de la bacteria.
    • Campylobacter spp.: la variedad que más se encuentra en el ámbito veterinario es Campylobacter jejuni. Esta bacteria puede desencadenar sintomatología cuando hay otra enfermedad concomitante en el paciente. Los perros actúan como reservorio en la mayoría de los casos.

    Es importante que se tengan en cuenta estos microorganismos en el diagnóstico diferencial del paciente con un cuadro clínico diarreico, no por la relevancia clínica en sí, sino por el potencial zoonótico que presentan.

    Cuadro clínico y diagnóstico

    Los signos clínicos abarcan episodios de diarrea aguda sanguinolenta, que a menudo van acompañados de otros síntomas que completan el cuadro: anorexia, vómitos, tenesmo, fiebre, depresión, dolor abdominal y distintos niveles de deshidratación, como ocurre en la salmonelosis canina. No obstante, en algunos casos se presentan tan solo ligeros cuadros diarreicos sin signos sistémicos, como en el caso de la yersiniosis.

    Sin embargo, la mayor parte de las veces los pacientes son asintomáticos y actúan como portadores de la enfermedad, lo cual aumenta su relevancia en la transmisión a humanos.

    El diagnóstico se basa en el descarte de otras patologías mediante analíticas sanguíneas, ecografía abdominal, test rápidos de enfermedades como parvovirosis canina y análisis coprológicos, pudiendo realizar coprocultivos en laboratorios específicos para esas bacterias.

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    Tratamiento

    El uso de antibióticos específicos para dichos microorganismos cuando el cuadro clínico es muy acusado, como por ejemplo el empleo de enrofloxacino en animales con salmonelosis o eritromicina en casos con campilobacteriosis, es esencial para eliminar la bacteriemia en el paciente.

    De manera complementaria, es recomendable administrar una dieta de alta digestibilidad que tengan en su composición pre y probióticos para ayudar a recomponer la microbiota intestinal y su funcionalidad. Advance Gastroenteric ayuda a tu paciente canino a recuperarse tras una infección gastrointestinal, protegiéndola además ante las recaídas.

    Por último, como método de prevención es necesario evitar la ingesta de productos en mal estado o crudos, así como de pequeños animales que puedan cazar, especialmente en perros o gatos con acceso no controlado al exterior.

    Conclusión

    Las enfermedades gastrointestinales que cursan con heces sanguinolentas pueden tener causas muy diversas. Sin embargo, es imprescindible tener en cuenta los patógenos bacterianos como Salmonella spp., Yersinia spp. y Campylobacter spp., ya que pueden conllevar enfermedades zoonóticas muy importantes para la prevención en Salud Pública.

     

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