Sarna demodécica en perros: ¿que ha cambiado en los últimos años?
Introducción
La sarna demodécica en perros (demodicosis canina) es una enfermedad frecuente en la práctica clínica habitual. En la mayoría de casos su diagnóstico no presenta grandes dificultades, siendo hasta hace poco su tratamiento el aspecto más complejo de la misma.
Sin embargo, la aparición en el mercado veterinario de las isoxazolinas ha supuesto un cambio muy importante en el manejo de la demodicosis canina, que quizá pueda incluso reducir su prevalencia en un futuro.
Etiopatogenia de la sarna demodécica en perro
La sarna demodécica en perro está causada por una proliferación excesiva del ácaro Demodex canis (un ácaro comensal del folículo piloso), aunque también se han descrito casos causados D. injai y por D. cornei. Actualmente se cree este último que es una variante más corta de D. canis.2
El ácaro se transmite durante los primeros días de vida de la madre a los cachorros, pero para que la enfermedad se manifieste clínicamente es necesario un compromiso del sistema inmune. En cachorros aparentemente sanos en otros aspectos, se cree que el desarrollo de la enfermedad es consecuencia una deficiencia temporal en la inmunidad celular; mientras que en perros adultos, se asocia a inmunosupresión “farmacológica” (glucocorticoides o quimioterápicos) 2 o a la existencia de otras enfermedades como leishmaniasis, hiperadrenocorticismo, hipotiroidismo, neoplasias, babesiosis o ehrlichiosis.2,3 Por otra parte, los ácaros de Demodex spp por sí mismos pueden favorecer la alteración de la respuesta inmunitaria mediante una aceleración de la apoptosis de los linfocitos CD4+, la regulación de la expresión de determinadas citoquinas y una sobreproducción de especies reactivas de oxígeno.4
Un estudio reciente en Reino Unido mostró prevalencias a un año de 0,48% (demodicosis juvenil) y 0,05% (perros > 4 años). Las razas más representadas fueron Bulldog Inglés y Francés, Staffordshire Bull Terrier, Shar Pei, Dogo de Burdeos, Boxer, West Highland White Terrier, Pug, y Border Terrier.5 La sobrerrepresentación de demodicosis juvenil en determinadas razas, apunta a una base hereditaria de la enfermedad, si bien esto no ha sido totalmente aclarado. En cualquier caso, se recomienda que los animales afectados sean eliminados de los programas de cría.2
Cuadro clínico
La sarna demodécica en perro puede cursar de forma localizada, con remisión espontánea en la mayoría de casos sin tratamiento específico; o de forma generalizada, con un cuadro mucho más severo, que en casos extremos podía terminar con la muerte/eutanasia del animal. Sin embargo, la definición de “sarna localizada” en la literatura es muy variable y va desde la presencia de 4 lesiones hasta la afectación del 50% de la superficie corporal.2 Por otra parte, según la edad del paciente la demodicosis canina puede ser juvenil (perros < 18 meses), o de adulto.2
Los signos iniciales incluyen hipotricosis/alopecia inflamatoria o no, con formación de comedones y descamación. Puede observarse hiperpigmentación, que es más severa en casos de afectación podal. Las lesiones pueden ser focales, multifocales o coalescentes. El prurito, cuando está presente suele asociarse a presencia de formas cortas de D. canis o a infección bacteriana secundaria. Las infecciones secundarias en casos severos se acompañan de pápulas, pústulas, forunculosis, costras, úlceras y trayectos de drenaje. En casos graves no es raro encontrar linfadenomegalia, letargia, fiebre e incluso septicemia.2
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad requiere demostrar la presencia del parásito en las áreas afectadas. En la mayoría de las ocasiones esto se consigue mediante la realización de múltiples raspados cutáneos profundos (hasta que haya sangrado capilar), empleando aceite de inmersión para mejorar la adherencia de los ácaros, y realizando previamente una extrusión manual del área a raspar para facilitar la salida de los ácaros de las zonas más profundas de la raíz del folículo piloso. Se recomienda elegir zonas con pápulas o pústulas o en su defecto áreas alopecias eritematosas, así como evitar zonas ulceradas.2 El material obtenido es transferido a un portaobjetos y examinado inmediatamente. La presencia de más de un ácaro en pacientes con cuadro clínico compatible es diagnóstico de enfermedad. Como Demodex spp es parte de la microfauna normal de la piel, si solo se observa un parásito se recomienda realizar raspados adicionales que permitan confirmar el diagnóstico.2
Otras técnicas diagnósticas incluyen el tricograma (especialmente útil en zonas donde el raspado resulta complicado) o la técnica de la cinta adhesiva, siempre previa extrusión de la zona. En raras ocasiones el diagnóstico se obtiene tras la identificación del parásito en biopsias cutáneas.2
Tratamiento
La mayoría de casos de demodicosis juvenil localizada remiten sin tratamiento, mientras que la enfermedad generalizada requiere tratamiento acaricida. Se recomienda monitorización mensual de la eficacia mediante raspados cutáneos. En ausencia de mejoría clínica y de reducción del número de ácaros observados, considerar tratamiento alternativo. De modo general se recomienda tratamiento hasta la obtención de 2 series de raspados negativos consecutivos. En pacientes adultos se debe intentar encontrar la causa de la inmunosupresión, y tener en cuenta que hembras en remisión pueden recaer en el siguiente celo.2
Durante mucho tiempo los baños con amitraz fueron el tratamiento de elección para la sarna demodécica en perro.2 Sin embargo, lo complejo del tratamiento para el propietario (necesidad de rasurar el pelo a perros de pelo largo, secado al aire, olor desagradable del producto), los posibles efectos secundarios asociados a su uso (bradicardia, sedación, depresión respiratoria) y la posterior aparición de otros tratamientos igualmente eficaces han hecho que haya caído en desuso. A pesar de ello, sigue siendo el único tratamiento aprobado para el control de la demodicosis canina en EEUU.6
Las lactonas macrocíclicas (ivermectina, milbemicina, moxidectina y doramectina) han mostrado su eficacia en el tratamiento de la demodicosis canina.2 Sin embargo, no todas cuentan con registro para este uso y aunque son seguras en la mayoría de casos, pueden causar neurotoxicidad en perros homocigóticos para el gen ABCB1. Por ello, especialmente en el caso de la ivermectina y la moxidectina se recomienda una introducción gradual y progresiva del tratamiento.
En casos de demodicosis leves/moderadas puede ser eficaz la administración tópica de la combinación moxidectina/imidacloprid.2
En cualquier caso, la verdadera revolución en el tratamiento de la sarna demodécica en perro se ha producido con la llegada de las isoxazolinas (fluralaner, sarolaner, afoxolaner y lotilaner). Estos fármacos han mostrado una alta eficacia en el tratamiento de la demodicosis canina, lo que unido a la comodidad de una única administración (mensual o trimestral) y a su amplio perfil de seguridad, las ha convertido en tratamiento de primera elección en esta enfermedad.2, 7-10 Por otra parte, y aunque este hecho no ha sido totalmente investigado, es posible que su uso rutinario como antiparasitarios externos en la población canina tenga un importante efecto preventivo en la futura aparición de perros con demodicosis.
Aunque se han ensayado diversos inmunomoduladores e incluso tratamientos homeopáticos en el tratamiento de la demodicosis canina, para la mayoría de ellos (exceptuando una cierta eficacia de la administración subcutánea de Parapoxvirus suis) no hay evidencias suficientes que justifiquen su uso. 2
Durante mucho tiempo se recomendó tratamiento con antibióticos sistémicos en perros con sarna demodécica e infección bacteriana secundaria. Sin embargo, actualmente se considera que salvo en pacientes con infecciones graves, el tratamiento antibacteriano tópico junto al acaricida es suficiente, no siendo necesaria la administración rutinaria de antibióticos sistémicos.2
Conclusiones
La sarna demodécica en perro es una enfermedad frecuente, cuyo diagnóstico no presenta grandes dificultades, pero cuyo tratamiento podía no resultar sencillo. La aparición de las isoxazolinas en el mercado veterinario ha supuesto una auténtica revolución en el manejo de la demodicosis. Estos fármacos son altamente eficaces, cómodos de administrar y con escasos efectos secundarios, y por ello, pueden considerarse tratamiento de primera elección en esta enfermedad.
