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    Diabetes mellitus en perros, complicaciones y relación con otras hormonas

    La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad endocrina común en perros que se caracteriza por hiperglucemia crónica resultante de un déficit en la secreción, acción o ambas cosas de insulina.

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    Las causas de la diabetes mellitus en perros

    La diabetes mellitus en perros provoca una hiperglucemia en sangre debido a que el organismo no puede equilibrar la cantidad de glucosa, ya sea porque el páncreas no produce la insulina necesaria o porque las células de tejidos y órganos blanco no responden correctamente a la acción de la hormona. Es uno de los problemas de salud más frecuentes en veterinaria: afecta a 1 de cada 500 perros.

    La diabetes mellitus tipo 1 es frecuente en los perros y, aunque se desconocen sus causas, se ha relacionado con una destrucción total de las células del páncreas endocrino, lo cual conduce a una deficiencia absoluta de insulina. De hecho, se estima que aproximadamente un 50% de los perros diabéticos presenta una destrucción inmunomediada de los islotes pancreáticos.

    Los perros también pueden padecer la diabetes mellitus tipo 2, en cuyo caso se debe a una resistencia progresiva a la acción de la insulina por parte de los tejidos periféricos. 

    La diabetes se diagnostica con mayor frecuencia en perros de mediana edad y geriátricos, de 5 a 12 años de edad. 

    Se ha sugerido una predisposición genética a favor o en contra del desarrollo de diabetes en perros. La predisposición genética desempeña un papel importante en el desarrollo de la diabetes. Los perros de tamaño mediano, así como las perras intactas, son más propensos a padecer esta enfermedad, aunque también hay razas más predispuestas (beagle, caniche, teckel, schnauzer enano y pinscher miniatura).

    No obstante, algunos factores ambientales, como una dieta inadecuada y agentes infecciosos que desencadenan una respuesta inmunológica inapropiada, pueden actuar como desencadenantes de la diabetes.

    La obesidad, por ejemplo, es un factor de riesgo para desarrollar pancreatitis y, como consecuencia, diabetes. Eso significa que una dieta demasiado grasa puede alterar el metabolismo lipídico, favoreciendo la aparición de pancreatitis y diabetes en el perro. De hecho, se conoce que el 28% de los perros diabéticos tienen un daño pancreático importante, probablemente debido a una pancreatitis crónica. 

    Las hembras presentan una mayor prevalencia.  

    En algunos casos, la diabetes en perros se debe a un incremento de la progesterona y la hormona del crecimiento durante el diestro. Dado que la progesterona induce la resistencia a la insulina reduciendo el número o la velocidad de expresión de los receptores de esta hormona, no es extraño que se haya asociado esta fase del ciclo estral con la diabetes en perros. A esto se le suma que durante el diestro el nivel de glucosa es más elevado, en comparación con el resto de las fases del ciclo estral. Por otra parte la hormona del crecimiento, la cual actúa como una poderosa antagonista de la insulina.

    Complicaciones en perros diabéticos

    La diabetes mellitus en perros puede tener un elevado índice de mortalidad si no se detecta y trata a tiempo. Te explicamos las anormalidades hormonales y ácido-básicas que subyacen a esta patología y cuál es la dieta más adecuada para retrasar su avance.

    Una vez diagnosticada la diabetes, el tiempo medio de supervivencia de estos perros es de tres años, con el mayor pico de mortalidad durante los primeros seis meses. De hecho, el 64 % de los perros que sobreviven tras la estabilización inicial, también logran sobrevivir durante el primer año. Por eso, es fundamental diagnosticar la enfermedad cuanto antes e iniciar el tratamiento.

    Las concentraciones séricas de cetonas y glucosa fueron significativamente más altas en los perros diabéticos que en los sanos. La brecha aniónica, un parámetro vinculado a la acidosis metabólica, fue muy superior en perros diabéticos pudiendo correlacionarse con síndromes de hiperosmolaridad.  No se aprecian diferencias en el pH de la sangre venosa o el estado del ácido-base. Por otra parte, la concentración sérica de bicarbonato fue significativamente menor en los perros diabéticos.

    Un estudio reveló una relación lineal significativa entre las medidas del estado ácido-base y la concentración de cetona en suero, así como entre esta y la proporción de glucagón e insulina en suero, la concentración en suero de cortisol y la concentración plasmática de norepinefrina. De hecho, se constataron que la concentración sérica de beta-hidroxibutirato, expresada como porcentaje de la concentración de cetona sérica, disminuyó a medida que aumentaba la concentración de cetona sérica. Estos resultados sugieren que la cetosis en perros diabéticos tiene un vínculo con la relación glucagón-insulina, puesto que para prevenir la cetosis solo se requieren bajas concentraciones de insulina. La acidosis en perros cetóticos se atribuyó, en gran parte, a las altas concentraciones de cetonas en suero.

    diabetes mellitus en perros

    Hiperadrenocorticismo canino concurrente y diabetes mellitus en perros

    La diabetes mellitus suele tener una elevada comorbilidad con otras enfermedades, entre ellas una de las más relevantes es el hiperadrenocorticismo. Más conocido como síndrome de Cushing, se trata de una afección provocada por un exceso de cortisol. Es más común en perros de 7 a 12 años.

    Un estudio publicado en la revista Research in Veterinary Science4 analizó la coexistencia de la diabetes mellitus y el hiperadrenocorticismo, así como los factores de riesgo involucrados. Tras evaluar a 235 perros con hiperadrenocorticismo, se observó una concurrencia del 13,61% con la diabetes mellitus.

    Los investigadores apreciaron algunos factores de riesgo que predisponían al desarrollo de ambas enfermedades:

    • Glucemia en ayunas > 5,6 mmol/L
    • Dislipemia
    • Hiperadrenocorticismo hipofisario-dependiente

    Además, apreciaron que la aparición de diabetes mellitus en perros con hiperadrenocorticismo reducía su tiempo de supervivencia. Estas afecciones provocan desequilibrios metabólicos que pueden conducir a otros problemas de salud.

    Dificultad diagnóstica cuando concurren la diabetes mellitus y el hiperadrenocorticismo

    La diabetes mellitus en perros y el hiperadrenocorticismo son endocrinopatías comunes en perros que a menudo ocurren simultáneamente. Dado que los signos clínicos de ambas afecciones son similares, su diagnóstico y tratamiento puede representar un desafío para el veterinario clínico. 

    Los signos clínicos más comunes de la diabetes y el hiperadrenocorticismo canino son: poliuria, hepatomegalia, polifagia, distensión abdominal, alopecia troncal, anorexia y vómitos. Por otra parte, el hiperadrenocorticismo provoca una hiperglucemia permanente, lo que puede exacerbar el curso clínico de la diabetes. No obstante, como los hallazgos clínicos y de laboratorio son similares, durante las primeras etapas es habitual que se pase por alto el hiperadrenocorticismo. 

    Tanto los signos clínicos como la hiperglucemia moderada que se observan en pacientes con hiperadrenocorticismo, suceden debido a que el cortisol antagoniza la función de la insulina, por otra parte esto provoca  que las células beta pancreáticas segreguen más insulina, lo cual conduce eventualmente el agotamiento de las células beta dando lugar a la aparición de la diabetes. Un artículo publicado en la revista Research in Veterinary Science3 en el que se analizaron las alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos en 60 perros con hiperadrenocorticismo no tratado midiendo las concentraciones basales de glucosa e insulina en plasma y realizando pruebas de tolerancia a la glucosa y la insulina.

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    Los beneficios de la dieta para mantener bajo control la diabetes mellitus en perros

    La evolución de la diabetes mellitus en perros depende en gran medida de la dieta, por lo que es importante que el perro consuma alimentos específicamente formulados para controlar sus niveles de glucosa. ADVANCE VETERINARY DIETS DIABETES es un alimento completo para perros adultos con diabetes mellitus que tiene apenas un 1,8 % de azúcares totales y una cantidad de almidón adecuada, el cual es determinante en la respuesta glucémica postprandial.

    Su alto contenido proteico favorece además el mantenimiento de la masa muscular y contribuye a reducir los depósitos de grasa en el animal. Su contenido en fibras solubles y fermentables mejora la tolerancia a la glucosa y facilita el tránsito intestinal, como demostró un estudio publicado en The Journal of Nutrition4, pues estas mejoran la capacidad del intestino para transportar la glucosa, además de incidir en la síntesis del péptido similar al glucagón de tipo 1 y la secreción de insulina.

    Además, se trata de un alimento con un alto nivel de palatabilidad para garantizar un consumo alimentario espontáneo y regular, enriquecido con un suplemento de antioxidantes para contrarrestar el estrés oxidativo que se encuentra en la base de la fisiopatología de la diabetes mellitus en perros.

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    Bibliografía

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