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    Verrugas en gatos: valoración del gato con papilomatosis

    El término verrugas en gatos se usa a nivel coloquial para hacer referencia a la papilomatosis felina.

    Introducción a las verrugas en gato

    La etiología viral de las verrugas se demostró en seres humanos en 1907 y en el perro en 1959. Sin embargo, en el gato este hecho no se confirmó hasta 1990 y el primer papilomavirus felino (PVF) no fue secuenciado hasta 2002.1 En cualquier caso, aunque el PVF es causa frecuente de verrugas en gato, no todas las lesiones cutáneas diagnosticadas como papilomas están causadas por PVF.2

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    Etiopatogenia

    La papilomatosis viral felina está causada por el PVF. Los papilomavirus son virus epiteliotrópicos,  pequeños, no encapsulados, que infectan el epitelio escamoso estratificado. Pertenecen a la familia Papillomaviridae, de la que se conocen 30 géneros. Se han secuenciado completamente 4 papilomavirus felinos (PVF) y al menos 2 tipos más siguen todavía sin clasificar.1 Salvo alguna excepción los papilomavirus se consideran específicos de especie.1,3

    Las infecciones ocurren generalmente a través de lesiones o abrasiones de la piel. Inicialmente se infectan las células basales del estrato germinativo, provocando hiperplasia y retraso en la maduración de las células del estrato granuloso y espinoso, donde tiene lugar la síntesis de proteínas virales. El virus estáesta presente en los queratinocitos y es eliminado con la exfoliación de estas células.

    En cualquier caso, el hecho de que los PVF puedan aislarse también de piel sana dificulta el establecimiento de una relación causa-efecto entre la infección por PVF y el desarrollo de verrugas en gato.3

    Cuadro clínico

    En muchos gatos la infección por PVF es inaparente, porque el sistema inmune evita las acciones hiperplásicas del virus sobre las células epiteliales.1 Cuando causan enfermedad clínica, los PVF pueden ocasionar distintas lesiones:1,3

    • Los papilomas orales felinos están causados por el PVF-1. Suelen tener una presentación típica característica con formas arracimadas de pequeñas masas exofíticas localizadas en la superficie ventral de la lengua. No hay evidencia de que puedan progresar a otras formas clínicas más severas.1
    • Las placas virales y el carcinoma Bowenoide (CB) “in situ” están causadas generalmente por el PVF-2. Se cree que los gatitos son infectados por la madre pocos días después de nacer. La baja prevalencia de enfermedad clínica en relación a la prevalencia de infección hace pensar en factores relacionados con el hospedador que determinan el curso del proceso, sin que esté aclarado el papel del sistema inmune. Clínicamente se caracterizan por la presencia de lesiones múltiples en cabeza y cuello. Las placas se manifiestan como elevaciones desprovistas de pelo, de < 1 cm de diámetro, mientras que el CB suele ser más grande y estar ulcerado o cubierto de escamas gruesas. Ambas lesiones suelen estar frecuentemente pigmentadas. Puede observarse remisión espontánea o bien enfermedad estable.
    • El CB también puede progresar hacia un carcinoma de células escamosas (CCE), sobre todo en gatos Devon Rex y Sphinx.1,3 El PVF-2 se ha relacionado también con el desarrollo de CCE, sobre todo (pero no exclusivamente) en áreas protegidas de la radicación ultravioleta. También se ha propuesto una relación entre el PVF y el carcinoma cutáneo de células basales.1

    Además del PVF, el PV bovino-14 provoca los fibropapilomas cutáneos felinos (sarcoide felino), que se presentan como masas firmes exofíticas no ulceradas en la zona del philtrum nasal o belfos. Estas lesiones tienen tendencia a ser infiltrativas de modo local y a recurrir tras la escisión quirúrgica.1

    verrugas en gatos

    Diagnóstico

    El diagnóstico de la papilomatosis viral se puede hacer mediante:

    • Inmunohistoquímica a partir de una muestra de biopsia.
    • A través de la identificación de partículas virales compatibles en los queratinocitos mediante microscopia electrónica.
    • O con PCR.3  

    Tratamiento

    No existe tratamiento específico para todas las formas de papilomatosis viral en el gato. En gatos inmunocompetentes las formas más leves de enfermedad pueden remitir de modo espontánea, pero esto puede tardar varios meses. Se ha descrito el tratamiento con interferón alfa en algunos gatos con verrugas.4 

    La escisión quirúrgica suele ser curativa en gatos con placas virales y CB, pero no evita la aparición futura de lesiones en otras localizaciones.1

    En casos donde la cirugía no es una opción puede usarse tratamiento tópico con imiquimod. La escasa evidencia disponible en gatos muestra que es un tratamiento eficaz, pero se ha reportado eritema local y toxicidad sistémica en algún caso. Sin embargo, no parece ser eficaz en el control del sarcoide felino.1,3

    Prevención de la enfermedad

    La prevención pasaría por intentar minimizar los tratamientos con fármacos inmunosupresores y el control de posibles comorbilidades que puedan vincularse al desarrollo de enfermedad clínica. En personas la prevención puede hacerse con vacunas, pero esto no parece factible en el gato.1 

    Conclusiones

    Las papilomatosis viral en gatos se viene reconociendo con frecuencia creciente en los últimos años. La mayoría de infecciones presentan remisión espontánea; sin embargo, en algunos casos la infección por PVF también puede causar estados preneoplásicos o neoplasias cutáneas. En cualquier caso, soncaso son necesarios más estudios para establecer correctamente la patogenia y el manejo de las distintas presentaciones clínicas.

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    Bibliografía
    1. Munday JS, Thomson NA, Luff JA. (2017). Papillomaviruses in dogs and cats. Vet J.; 225: 23-31.
    2. Sundberg JP, Van Ranst M, Montali R. (2000). Feline papillomas and papillomaviruses. Vet Pathol. 2000; 37:1-10. 
    3. Egberink H, Thiry E, Möstl K, et al. (2013). Feline viral papillomatosis: ABCD guidelines on prevention and management. J Feline Med Surg; 15: 560-562.
    4. Miller WH, Griffin CE, Campbell KL. (2013). Viral, Rickettsial, and Protozoal Skin Diseases. En: Miller WH Jr, Griffin CE,  Campbell KL. (eds). Muller & Kirk’s Small Animal Dermatology. 7th ed. Elsevier Mosby. 343-362.