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    Un estudio retrospectivo multi-institucional de 17 casos de pielonefritis felina histológicamente confirmada

    A pesar de que la pielonefritis es un trastorno que frecuentemente se sospecha en pacientes hospitalizados, su d
    • A pesar de que la pielonefritis es un trastorno que frecuentemente se sospecha en pacientes hospitalizados, su diagnóstico definitivo sigue siendo difícil y los informes de esta enfermedad en gatos son todavía escasos. El objetivo de este estudio era caracterizar los signos clínicos, así como los cambios clínico-patológicos y ecográficos en gatos con pielonefritis. Se revisaron los informes de necropsia de 4 hospitales universitarios para gatos con pielonefritis diagnosticada histopatológicamente. Para su inclusión en el estudio, todos los gatos tenían que tener registrado un examen físico completo antes de la muerte, además de una autopsia completa. Se identificaron un total de 17 gatos.
    • La mediana de edad fue de 12 años (rango 3-17 años). Las hembras esterilizadas (n = 14) fueron más prevalentes que los machos castrados (n = 3). La anorexia (7/17), el letargo (6/17) y los vómitos (5/17) fueron los motivos de presentación más comunes. Las anormalidades más frecuentes en el examen físico incluyeron desgaste muscular (8/17), hipotermia (6/17) y soplos cardíacos (6/17). Los signos clínicos clásicamente asociados con la pielonefritis, como el dolor renal y la pirexia estuvieron presentes en solo 3 y 2 gatos, respectivamente. Había análisis séricos bioquímicos y hemogramas completos disponibles para 11 y 10 gatos, respectivamente. Las anormalidades clínico-patológicas más comunes incluyeron azotemia, hiperfosfatemia y anemia no regenerativa en 11, 8 y 7 gatos, respectivamente. De los 5 gatos para los que se disponía de datos de análisis de orina, todos tenían bacteriuria y 4 tenían isostenuria. Se obtuvieron resultados de cultivos de orina de 5 gatos. En 4 de estos cultivos hubo crecimiento bacteriano, obteniendo E. coli en 3/4 cultivos. Había datos de radiografías abdominales de 3 gatos, todos tenían anomalías renales, incluyendo riñones de tamaño atípico (n = 2) o mineralización (n = 3). Había descripción de hallazgos ecográficos para 4 gatos. Los cambios ecográficos más comunes incluyeron mineralización (n = 4) y pielectasia (n = 2). La histopatología de las muestras post-mortem reveló infiltrados celulares puramente neutrofílicos en 7/17 gatos, con bacterias presentes en 3 casos. En 6/17 gatos se diagnosticó pielonefritis linfocítica-plasmocítica , y ninguno de ellos tenía bacterias intralesionales. En los cuatro gatos restantes había pielonefritis linfocítica-plasmocítica y neutrofílica concurrentes, con presencia de bacterias intralesionales en 2 casos.
    •  Estos hallazgos sugieren que los gatos con pielonefritis tienen muchas menos probabilidades de mostrar hallazgos del examen físico clásicos, como dolor renal y pirexia, de lo que comúnmente se supone. Además, es probable que estos gatos se presenten con azotemia renal y pueden tener evidencia de infección activa en el sedimento de orina.
    Adrienne Cheney ; Jean-Sébastien Palerme ; Laura R. Van Vertloo ; Jessica Pritchard ; Shelly L. Vaden ; Wingert Allie ; Kate KuKanich