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    Meniningitis/Meningomielitis

    ETIOLOGÍA

    La meningitis es la inflamación del espacio aracnoideo y de la pía madre. Al estar íntimamente unidas las leptomeninges y el parénquima nervioso de la médula espinal, el cuadro clínico que se observa normalmente es de una meningomielitis, que es una inflamación de las meninges, de la médula espinal y de los vasos sanguíneos adyacentes. Las causas suelen ser infecciosas, inmunomediadas e idiopáticas.

    Las causas infecciosas son: 

    • Bacterianas: Staphilococcus, Pasteurella, etc.
    • Víricas: rabia, pseudorrabia, PIF, moquillo, etc.
    • Rickettsiales: Ehrlichias, etc.
    • Fúngicas: Criptococos, blastomicocos, etc.
    • Protozoarias: Toxoplasma, etc.
    • Parasitarias: Dirofilarias, larva migrans.

    Las causas inmunomediadas e idiopáticas pueden ser:

    • Meningoencefalitis granulomatosa.
    • Poliencefalomielitis felina.

    Los mecanismos fisiopatológicos y de contagio son los mismos que en las meningoencefalitis.

    PRONÓSTICO

    El pronóstico es grave, ya que pueden quedar secuelas neurológicas por el daño causado sobre el sistema nervioso por la inflamación. Se deben revaluar neurológicamente los animales para ver la evolución de la enfermedad.

    SÍNTOMAS

    Los síntomas pueden ser agudos o más lentos y pueden aparecer en cualquier época de la vida.

    Los signos neurológicos son característicos de una patología multifocal:

    • Paresia/parálisis.
    • Convulsiones.
    • Cabeza ladeada.
    • Nistagmus. Se produce normalmente una pirexia y una hiperestesia de los reflejos pelvianos.

    TRATAMIENTO

    El tratamiento debe realizarse con antibióticos, antifúngicos y, si es necesario, con corticoesteroides. Los antibióticos que se usan son los específicos [antimicrobianos del SNC]. Debe instaurarse la terapia antibiótica a la mínima sospecha clínica de que hay un proceso de inflamación meníngea. Como el cloramfenicol es de muy difícil obtención en la actualidad, se usa como terapia una combinación de cefalosporinas de tercera generación y metronidazol IV. El tratamiento debe seguirse durante, al menos, 4 semanas. La vía intratecal debe reservarse para cuando la vía endovenosa falla. Entre los antifúngicos se encuentran la anfotericina B, el ketoconazol y la rifampicina (usada en combinación con la amfotericina B). El inconveniente de éstos es que atraviesan con dificultad la barrera hematoencefálica. Los corticoesteroides deben usarse cuando se sospeche un origen idiopático o inmunomediado de la meningomielitis. La dosis de prednisona/olona suele ser de 1-2 mg/kg cada 12 h, disminuyendo la dosis durante al menos 3 meses.