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    ¿Qué es el eritema necrolítico migratorio?

    El eritema necrolítico migratorio, también conocido como dermatitis necrolítica superficial, síndrome hepatocutáneo y otras denominaciones, es un síndrome erosivo de la piel poco común, asociado con mayor frecuencia a enfermedades metabólicas como la hepatopatía vascular, diabetes mellitus, enfermedades hepáticas crónicas o glucagonomas pancreáticos.1,2

    Etiología del eritema necrolítico migratorio

    Se trata de una enfermedad cutánea única en los animales que tienen una hepatopatía crónica o tumores pancreáticos que secretan glucagón.3

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    Se desconoce la patogenia exacta, pero se cree que el aumento del catabolismo hepático de los aminoácidos produce una concentración de aminoácidos baja y depleción de proteínas epidérmicas, que causa las lesiones cutáneas de esta patología. Es poco común en perros y rara en gatos, presentando mayor incidencia en perros ancianos.3

    Signos clínicos

    Las lesiones cutáneas se caracterizan porque son eritemas bilaterales, de mínima a intensamente pruriginosos con escamas, costas, erosiones y úlceras en la parte distal de las patas y alrededor de la boca y las orejas. Las lesiones también pueden afectar a las orejas, los codos, los corvejones, los genitales externos, el vientre y la cavidad oral. Generalmente, las almohadillas presentan hiperqueratosis, con fisuras y ulceradas. La cojera secundaria a las lesiones de las almohadillas puede ser muy evidente. Los pacientes pueden presentar además poliuria y polidipsia si hay diabetes mellitus concurrente.3

    Diagnóstico diferencial

    El diagnóstico diferencial incluye pénfigo foliáceo, lupus eritematoso sistémico, dermatosis que responde al zinc, linfoma epiteliotrófico cutáneo, dermatofitosis, pioderma, demodicosis o erupción por fármacos.2,3

    Diagnóstico

    La historia y la sintomatología clínica acostumbran a ser suficientes para sugerir el diagnóstico, pero es imprescindible el examen histopatológico de las biopsias para confirmarlo.2

    Mediante un hemograma se puede detectar neutrofilia o anemia normocítica, normocrómica, no regenerativa.3

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    Los aminoácidos plasmáticos pueden estar bajos; la fosfatasa alcalina y la alanina aminotransferasa séricas pueden estar elevadas. La glucosa sanguínea puede ser elevada y el glucagón también si hay un glucagonoma; en otros casos los resultados pueden ser variables.2

    La ecografía abdominal puede mostrar pruebas de enfermedad hepática, tumor pancreático o metástasis hepática.3

    Una biopsia hepática presenta evidencias de hepatitis crónica.2

    Por último, con una dermohistopatología se observa que las lesiones tempranas muestran los hallazgos diagnósticos de hiperqueratosis paraqueratósica difusa, intensa, con edema intracelular e intercelular considerable, degeneración de los queratinocitos en la parte superior de la epidermis y células basales hiperplásicas. Puede haber dermatitis perivascular, superficial, leve, con signos de infección secundaria por bacterias, dermatofitos o levaduras.3

    Tratamiento 

    No existe una terapia específica curativa. Normalmente, el tratamiento que se aplica en primera instancia con corticoides y antibióticos suele ser el que da mejores resultados; las mejorías, son temporales ya que disminuyen el componente inflamatorio de la dermis y la infección bacteriana secundaría. También se pueden aplicar tratamientos con ketoconazol.4

    Si se diagnostica un glucagonoma, el tratamiento de elección sería la extirpación quirúrgica. Las necrosis metabólicas epidérmicas debidas a otras causas se asocian con diversas enfermedades internas graves.2

    En el caso de que el problema se deba a una hepatopatía, hay que identificar y corregir su causa (p.ej. hepatotoxicidad por fármacos anticonvulsionantes). Para mejorar la función hepática sintomáticamente, pueden administrarse ciertos antioxidantes:3

    • S-adenosilmetionina denosil, 18-22 mg/Kg por vía oral al día (90 mg animales pequeños, 225 mg los de mayor tamaño).
    • Ursodiol, 10 mg/Kg por vía oral al día.
    • Vitamina E, 400 UI por vía oral cada 12 horas.

    En los perros con fibrosis hepática la colchicina (0.03 mg/kg por vía oral cada 24 horas) es útil para que la fibrosis avance más despacio.3

    Algunos estudios subrayan que la administración de aminoácidos en perros, mejora las lesiones cutáneas.4

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    Referencias bibliográficas:
    1.Oberkirchner, U., Linder, K.E., Zadrozny, L. and Olivry, T. (2010), Successful treatment of canine necrolytic migratory erythema (superficial necrolytic dermatitis) due to metastatic glucagonoma with octreotide. Veterinary Dermatology, 21: 510-516.
    2.Harvey R.G. y McKeever P.J. Manual Ilustrado de Enfermedades de la Piel en Perro y Gato. Sección 3, 90-92. Grass Edicions.
    3. Medleau L. y Hnilica K.A. (2ª ed. 2007). Dermatología de pequeños animales. Cap 12, p 310. Elsevier España.
    4. Albó Massana F., García Meseguer J. y Rabanal Prados M. (1996). Síndrome hepatocutáneo. Revisión bibliográfica y estudio restrospectivo de tres casos.  Clínica Veterinaria de Pequeños Animales (Avepa) 16; 3:166-175.